30 de abril de 2010

Downtown


Nunca me ha gustado preparar la maleta, incluso cuando se trata de hacerla para ir de vacaciones. Cuando comienzo a organizar las cosas para un viaje que parecía atractivo, emocionante y excitante me pongo nervioso y comienzan a aflorar una serie de ideas sobre lo malo que puede pasarme en el lugar de destino. Este hecho es paradójico cuando te gusta viajar pero reconozco que no afronto los viajes de forma positiva, y ahora que me marcho a Londres por un periodo de tres meses me está ocurriendo lo mismo. No puedo evitarlo.
Ayer mismo me encontré pensando en las ventajas de mi ciudad: su tranquilidad, la temperatura en esta época del año, la seguridad, la comodidad de un lugar que no tiene distancias, la falta de conflictividad social aparente, etc. Lo cierto es que por mucho que uno se queje de su ciudad, esta le da seguridad porque te mueves en un espacio que controlas, fácilmente abarcable y donde hay gente que ya conoces. Estas características te dan cierta sensación de estabilidad. Cambiar de ciudad borra momentáneamente esta sensación y, probablemente de ahí, nace mi intranquilidad. Si a todo eso le sumas que te alejas de aquellos a quienes quieres....pues no digo más.
Con todo ello os escribo porque me marcho de viaje y aprovecharé el blog para escribir mis pequeñas aventuras por la gran ciudad británica. Ahora que gracias a los anónimos me he descubierto como un gran petulante pues me voy a la ciudad de Petula (Clark) a escuchar su magnífica "Downtown" y disfrutar de la primavera londinense. Nos vemos por el blog, a algunos os veré por Londres y a tí (sí, a tí) ya sabes...NPS. 

Best wishes.

20 de abril de 2010

30+1

Comencé a vivir la treintena en la ciudad de San Diego, aunque ese mismo día viajé hasta San Francisco. No me sentí mayor, al menos no más mayor de lo que ya me sentía. A mí vuelta y aún con jet lag me doctoré y aparté de mí la pesada losa que yo mismo había construido durante casi seis años. Una fiesta organizada para celebrar mi treinta cumpleaños fue el preludio de lo que parecía ser un buen año y a partir de ahí se sucedieron muchas más cosas. Me tomé el trabajo con otro espíritu y más allá de disfrutarlo comencé a disfrutar del tiempo libre que me proporcionaba. Viví un verano distinto, plagado de viajes. Conocí nueva gente y reforcé algunas de mis amistades. Viví algo más la noche y formé parte de algunas aventuras con mis conquenses. Conseguí subir de peso y fui constante en el gimnasio. Procuré desterrar, en algunos momentos, el reflejo del retrato "Bones". Me acredité y, después de alguno años, pude cambiar mi figura contractual universitaria. Durante este año se ha concebido a mi segunda sobrina, mis mejores amigas han tenido a sus respectivos hijos y recibí la noticia de una boda muy esperada. Ha sido un buen año. Un año que la gente recordará como el año de la crisis económica pero que yo recordaré con cariño pues dejé de sentirme mayor y porque, lo más importante, ha sido el año en que por fin encontré el sentido a las canciones de amor. Gracias a todos un año más.