1 de enero de 2009

Un año, un libro


Si alguna vez me preguntaran: "Si hubieras escrito un libro, ¿cuál te gustaría que fuera?", respondería Oro de Dan Rhodes, para mí, el mejor descubrimiento de este año. Este pequeño libro no encierra un gran historia, tan poco un gran enigma o misterio que resolver a pesar de que las motivaciones de todos sus personajes son enigmáticas, aunquemundanas. Se trata, más bien, de un libro de personajes donde lo importante son las pequeñas historias, los lazos que tímidamente van surgiendo entre ellos aún cuando todos son seres solitarios, sin grandes expectativas (bueno, quizás uno de ellos sí) pero muy felices con la vida que llevan. La historia transcurre con calma, algo holgazana, como la vida misma. Entre tanto, Rhodes nos ofrece pequeños trozos del pasado de cada uno de ellos, recreando un apacible retrato de los que son los habitantes de su libro. El final, algo naïve, no es sorprendente aunque si conmovedor, con una perfecta unión entre vida y muerte, biología y psicología.

No lo leáis si os he creado grandes expectativas, ya que no las cumplirá y tampoco es su propósito. Acercaros tímidamente, incluso con reservas, e ir dejándo que os sorprenda poquito a poco, hasta que digáis: ¡vamos a por el oro!


¡Feliz Año! Doce nuevos meses y doce nuevos libros por descubrir.



2 comentarios:

La Petra de Cuenca dijo...

Puede que no encierre una gran historia pero aun así es un gran libro.
Aun cuando no ocurre nada sorprendente.Estas todo el tiempo en tensión esperando a que de un momento a otro algo suceda y como tú bien dices con un final conmovedor.
Me encanto y creo que merece la pena leerlo.

¡Feliz 2009!Besos.

Cristina dijo...

Ea, pues pongo este oro en mi estantería de los libros pendientes!, pero no se yo, eh!, tengo tanto por leer, por estudiar, por escribir, por ver, por caminar, por limpiar, por ordenar, por aclarar, por corregir, por construir, por destruir, por hacer, por ser... que me da la impresión de que la olla no va a aguantar tanta presión, así que no prometo nada, intentaré relajarme e ir poquito a poco. Si me pilla de camino, lo leo, si no, ya me lo contarás.

Unos besillos.