7 de septiembre de 2014

La revolución sexual


El pasado mes de Agosto unos amigos me preguntaban si no existían investigaciones sobre nuestra conducta dentro de las apps de contactos. Yo aseguré que sí, aunque no había leído nada sobre ello. Imaginaba que, dado que existen estudios sobre los nicknames que utilizamos en las redes o el uso que damos a los emoticones, también  alguien habría indagado sobre nuestra conducta social en las aplicaciones para ligar (lo que en inglés llaman las geosocial networking applications). En aquel momento no indagué sobre ello y el interrogante sobre ese tipo de estudios se perdió en la memoria. 

La semana pasada recibí la visita de un estudiante italiano al que supervisaré un trabajo sobre homosexualidad y autolesiones. Me explicaba que la muestra será la misma que un estudio precedente en el que se contactó vía Internet con una población homosexual asegurando así un acceso más fácil a este colectivo. Aquello me hizo pensar en la conversación mantenida en Agosto y me lancé a buscar en el google académico. Si en su motor de búsqueda pones Grindr, una de las aplicaciones más utilizadas a nivel internacional, aparecen ya numerosos estudios. Lo curioso es que el Grindr no es todavía muy utilizado como un contexto para analizar distintos tipos de comportamiento si no como un método para conseguir muestra para estudios epidemiológicos o, muy interesante, cómo un mecanismo para la prevención. 

Por ejemplo, Jonathon Rendina et al. (Patterns of Lifetime and Recent HIV Testing Among Men Who Have Sex with Men in New York City Who Use Grindr, AIDS and Behavior, 2014, 18 (1), 41-49) hicieron una encuesta de 1,351 HSH (Hombres que tienen sexo con otros hombres) en la cuidad de Nueva York reclutados por Grindr. En esta encuesta analizaron indicadores para poder entender lo que influye que alguien se haya hecho la prueba para el VIH en algún momento puntual de su vida y/o durante el año pasado. La investigación demostró que 1 de cada 10 hombres de Nueva York usan Grindr y 1 de cada 5 en edades comprendidas entre 18 y 24 años, nunca se habían hecho la prueba para el VIH en su vida. Concluyen que usando las infraestructuras existentes y la popularidad de las tecnologías móviles como Grindr para identificar a hombres y proporcionarles información sobre la prueba del VIH, puede servir para desarrollar una estrategia eficaz para la prevención del VIH.

Sin embargo, mi intención era encontrar un estudio que analizará la conducta social (motivaciones de quienes utilizan esas aplicaciones; identidad sexual de quienes las utilizan, expectativas de su uso, etc.). En ese sentido, el terreno parece estar todavía poco explorado. De hecho, me topé con una investigación (Grov, Brelow, Newcomb, Rosenberger, & Bauermeister (2014). Gay and bisexual men's use of the Internet: Research from the 1990s through 2013. Journal of sex research, 57(4), 390-409) que concluye que las investigaciones sobre este tipo de aplicaciones es muy escasa y apuntan que será un campo muy fértil en los próximos años para entender nuestra conducta sexual. En su estudio hacen un estupendo y concienzudo repaso sobre el uso que gays y bisexuales hacen de Internet con propósitos sexuales (búsqueda de información sobre salud sexual, citas, cibersexo, búsqueda de sexo, pornografía y prostitución). A tenor de ello, muchos coincidiremos en que la auténtica revolución sexual la ha provocado Internet y su creciente sofisticación. Imaginad a una persona homosexual en una pequeña población alejada de una gran ciudad donde las actitudes son todavía, digamos, conservadoras. Imaginad también que Internet ha llegado allí y todo lo que le ofrece. No sólo pornografía, también encontrar a gente que pasa por un proceso similar, alguien con quien hablar, compartir y por qué no experimentar. Internet ha facilitado eso y muchas más cosas, cada vez más rápido (no hablaremos aquí de lo malo) desde aquellos primeros modem con aquel horrible sonido de conexión hasta el móviles de última generación. No obstante, tal y como los autores de este artículo concluyen, la revolución ha sido tal que cuando desde la investigación entendamos como las personas utilizan este tipo de apps, es posible que una nueva tecnología haya reemplazado estas aplicaciones y tengamos que volver a empezar. Venga, a investigar. 

2 de septiembre de 2014

De película: La vida inesperada


Leí por ahí que una día en que Javier Cámara y Elvira Lindo se encontraron en Nueva York, Javier le dijo a ella que tenían que rodar una película en la gran manzana. Ese fue el germen de "La vida Inesperada", escrita por Elvira Lindo y dirigida por Jorge Torregrosa con dos de nuestros actores patrios más conocidos, de un lado Javier Cámara y del otro Raúl Arévalo. La historia narra el encuentro de dos primos españoles en Manhattan. Juan (el personaje de Javier Cámara) lleva diez años viviendo en la ciudad, uniendo diversos trabajos (de dependiente a actor y camarero) para poder pagar el alquiler de su pequeño piso. Un día llega su primo desde Alicante. Aquel primo al que en realidad odiaba porque tenía lo que parecía una vida perfecta con un buen trabajo, una buena novia y todo "arregladito" de cara al futuro. Sin embargo, el encuentro muestra que ninguno de ellos tiene la vida que había deseado y ya en la madurez evalúan lo que han conseguido hasta el momento y la medida en que se han cumplido sus sueños.

En mi opinión, la vida inesperada no nos habla de la vida que te sorprende porque se han cumplido tus sueños y tus expectativas, sino de la vida que encuentras cuando haces una evaluación de lo que esperabas encontrar y lo que realmente tienes. Aunque, en mi humilde opinión, la película sería mejorable (desde el reparto hasta el odioso doblaje), creo que la historia trata una aspecto muchas veces no explorado en el cine sobre aquellos que emigran de "forma cómoda" guiados por un ideal o el sueño de que la vida en lugares más glamurosos que el de partida será siempre mejor. Y, por supuesto, no es siempre mejor. Los protagonistas querían vivir una especia de sueño americano en esa ciudad que parece colmar las expectativas de todo visitante y, sin embargo, se dan cuenta de que viven agobiados corriendo de un trabajo a otro, viviendo siempre al límite en cuanto a dinero se refiere sin poder disfrutar de aquello que para los turistas temporales si que ofrece la ciudad.

Elvira Lindo construye, por tanto, una historia muy interesante sobre cómo a veces creemos que la felicidad nos vendrá dada desde el exterior (al menos es mi lectura), de cómo creemos que el contexto es tan poderoso como para otorgarnos ciertas recompensas que hemos olvidado que debemos obtener por nosotros mismos. La creencia de que el simple hecho de estar en un sitio más grande nos hará más felices. Si bien es cierto que las posibilidades de una gran ciudad respecto a otra pequeña son muy distintas, a veces nos olvidamos de que el verdadero secreto de la felicidad se encuentra en lo que cada uno hacemos de nuestra vida y que uno no tiene que triunfar para ser feliz porque a lo mejor en ese proceso estamos olvidando cosas que harían de nuestra vida algo realmente valioso pero que consideramos menos exitosas. No quiero decir con ello que uno deba quedarse en su zona de confort sino que entendamos que el lugar (ciudad, etc.) no da sentido a nuestra vida, el sentido debemos dárselo nosotros y de eso nos habla La vida inesperada.

31 de agosto de 2014

!Feliz año nuevo¡


Aquellos cuyo trabajo está ligado al desarrollo del curso académico tendrán la misma sensación que yo: el año termina en Agosto y comienza en Septiembre. Mañana comienza un nuevo año para mí y al igual que cuando era niño ya han aparecido los nervios por el final de las vacaciones y la llegada del primer día de clase. Si comienza un año nuevo toca hacer algo de balance. Balance del verano en que Radiografías ha estado algo más abandonada que de costumbre. Supongo que esto también es una buena señal porque otros estímulos han ocupado mi mente y mi tiempo. No obstante, este pequeño blog siempre ha sido un ejercicio egoísta donde guardar recuerdos a los que, cuando quiera saborear, siempre podré volver.  Y este pequeño post no tiene otra finalidad que la de recordar un mes de Agosto lleno de momentos placenteros para mi memoria. Durante este largo mes he podido seguir leyendo (4 novelas y un libro de no ficción han ocupado mi tiempo), he dejado la mente en blanco (porque no hacer absolutamente nada también es necesario), he jugado, me he reído y también llorado. Ha habido trabajo (porque en vacaciones también se pueden hacer tareas que a uno le gustan) y el libro del que os hablé hace tiempo ya va tomando forma. Me ha dado tiempo a escribir un artículo que espero que vea la luz en unos meses. He seguido haciendo deporte. He viajado. He seguido disfrutando del café y conversaciones en torno a él. He conocido nueva gente y, aunque no me he enamorado, algún chispazo que otro ha saltado, aunque la conexión París-Cuenca es todavía, digamos, complicada. He vuelto a hablar en inglés y he comprobado que no estoy tan oxidado. Terminé de ver Los Sopranos (ese gran retrato de la sociedad occidental) y retomé Fringe (vaya final de serie que me esperaba). Y también he estado en el Parque de Atracciones y comido entre avispas "asesinas". La verdad es que, releído el mes, no he hecho nada que no haga otros meses. Supongo que el verano no tiene por qué ser diferente si durante el resto del año también haces cosas que te permiten disfrutar de la vida. Y supongo que, a mi manera, la he disfrutado. Seguimos. 

22 de julio de 2014

Hermes


Se despertó sudoroso con aquella imagen todavía viva en su cerebro. Había soñado que besaba a un chico en las duchas del gimnasio. Confundido por aquel sueño se abrazó a su novia que parecía dormir plácidamente. Intentó dormirse de nuevo pero ya no era capaz. Aquel abrazo bajo el agua parecía no querer abandonar su mente. Decidió levantarse a pesar de que eran las 4 de la madrugada de aquel lunes de invierno. Se preparó un café y se sentó junto a la mesa de la cocina para encender un cigarro que saco del paquete de su chica. Lo había dejado hace tiempo pero ahora volvía a necesitarlo. El chico del sueño era alguien a quien a veces había visto en su gimnasio. No entendía por qué se presentaba en sus sueños y más de aquella forma. El nunca había tenido dudas sobre su sexualidad. Estaba contento con su relación y, aunque de vez en cuando echaba una canita al aire, jamás se planteó liarse con un tío. Ha sido un estúpido sueño, dijo para sí mismo. 

Durante el resto del día se olvidó del sueño. Sin embargo, cuando llegó la hora de ir al gimnasio empezó a sentir cierto nerviosismo ante la posibilidad de que aquel chico estuviera allí. Cuando atravesaba la sala de musculación lo vio tumbado en uno de los bancos. Aquella tarde, no dejó de observarlo con cierta curiosidad. El martes, al ver que el chico de su sueño hacía cardio en una bicicleta, tuvo el impulso de sentarse en la bicicleta que había junto a él. El miércoles hizo abdominales a su lado. El jueves le dijo hola cuando llegó al gimnasio y se duchó frente a él mirándolo descaradamente. El viernes lo esperó a la salida y le preguntó si podía acompañarlo hasta el coche. El chico era simpático y parecía contento de charlar con él. Llegando al coche le preguntó si le apetecía ir a algún otro sitio más tranquilo donde nadie pudiera verlos. No hubo ninguna resistencia, accedió encantado a su petición. Aparcó el coche en una especie de polígono donde no parecía haber nadie. Ahora el chico parecía nervioso aunque tomo la iniciativa e intentó besarlo. Lo aparto y allí, en la intimidad del coche, lo mató a golpes. Pensó, equivocadamente, que eliminando el estímulo, desaparecería el deseo. 


18 de julio de 2014

Un mes, un libro: El niño perfecto


Sd-edicions publicó en 2012 el álbum ilustrado "El niño perfecto". Una historia de Alex González y Bernat Cormand que ayer me regaló mi amiga Ana B. Delgado. En 10 páginas el libro narra un día cualquier en la vida de Daniel, aplicado, tranquilo, obediente, sensible y que, para todos, era el niño perfecto. Pero Daniel oculta un secreto que hay que descubrir al final del álbum. Un álbum valiente, sorprendente y también, por qué no, muy realista. Muy poco más se puede decir de esta pequeña historia tan fascinante sobre nuestro yo social y nuestro yo personal y cómo en ocasiones este último es reprimido en favor del primero. Tengo curiosidad por ver cómo los niños reciben la historia de Daniel por lo que haré un pequeño experimento con mis sobrinos que, seguro, verán a Daniel de una forma más natural que algunos de los adultos. Este verano ya no tenéis excusas para comprar buenas historias y leer. El álbum se lee en un suspiro y os dejará un buen sabor de mente.  

16 de julio de 2014

La felicidad está ahí, no la busques.


La mayoría de nosotros, en lugar de preocuparnos por el aquí y el ahora, pasamos el tiempo agobiados por cómo será el futuro o sintiendo nostalgia del pasado. Heredamos de nuestra educación la creencia de que el sufrimiento de hoy traerá recompensas mañana o que el tiempo pasado siempre fue mejor. Cuando llega el lunes estamos pendientes del fin de semana que está por llegar, cuando viajamos estamos pensando en el próximo viaje. Vivimos arraigados a la idea de una felicidad que siempre está por venir y perdemos conciencia de que es más que probable que estemos dejando pasar la felicidad que ya está a nuestro alcance. Perdemos tanto tiempo planificando nuestro futuro que nos hemos olvidado del presente. Un presente que te regala finales inesperados con un toque peppermint en compañía de los mejores amigos, los mensajes de una amiga que desde la bella Oporto se acuerda de ti, las llamadas de tus hermanas contándote cosas que hacen tus sobrinos, las largas charlas en el gimnasio con otra amiga entre serie y serie, o las fotos que comparten buenas amigas que se recuperan de malos momentos y que lanzan una sonrisa en Facebook, o una conversación que podría prolongarse hasta el amanecer y que te descubre que todas estas cosas que rodean al hoy, y no al mañana, representa la felicidad, no futura, si no aquella que ya ha llegado. A vivir amigas/os. 


6 de julio de 2014

Facebook y el error de predicción afectiva



Está claro que las redes sociales llegaron para quedarse en nuestras vidas. Y éstas, nuestras vidas, lógicamente se ven influenciadas por su uso. Las utilizamos para conocer gente, para informarnos sobre la realidad, o para conocer opiniones sobre diversos productos sobre los que posteriormente adoptaremos una serie de decisiones. Esta claro, por tanto, que influyen sobre nuestra conducta pero también sobre nuestro estado de ánimo, porque promueven emociones positivas y, también, negativas. Su influencia ha hecho que durante los últimos años la investigación sobre cómo las redes sociales nos influyen/afectan hayan crecido considerablemente dando lugar a nuevas revistas científicas dedicadas a recoger información sobre el papel de Internet en nuestras conductas en contextos online y offline. Computers in human behavior o Cyberpsyhcology, behavior and social networking, son ejemplos de estas revistas

La pasada semana algunos de nuestro telediarios se hacían eco de un estudio en el que se demostraba que la vida que mostramos en Facebook o Instagram no es tan feliz como aparentamos pero si que tiene efectos sobre quien la observa ya que pueden sentir alegría por nuestros "estados" pero a la vez sentir que su vida no es tan plena, divertida o rica como la que aquellos a quienes siguen en la red. No he podido conseguir dicha investigación porque algunos de nuestros medios de comunicación no acostumbrar a citar la fuente exacta, aunque entiendo que se referían al siguiente estudio de la Universidad de Stanford (http://goo.gl/ZDWaUk) y que tenéis descrito en otros blogs (http://goo.gl/vmjNNH). 

En mi caso os voy a hablar del estudio de Sagioglou y Greitemeyer (2014) sobre las consecuencias emocionales del uso de Facebook. Estos investigadores austriacos analizan el hecho de que aunque Facebook nos permite cubrir ciertas necesidades básicas como la necesidad de conectar socialmente, y alivia estados como el aburrimiento y la soledad, también produce una disminución de nuestra felicidad. En su estudio quieren constatar si esta disminución del estado de ánimo es real y si es así, por qué seguimos usándolo. Para dar respuesta a estas cuestiones realizaron 3 estudios con múltiples usuarios de Facebook. En el primer estudio examinaron la relación entre el tiempo invertido en Facebook y el estado emocional. Encontraron que cuánto más tiempo se pasaba en Facebook peor era el estado de ánimo de quienes lo utilizaban. En el segundo estudio, quería saber si el uso de Facebook era lo que empeoraba el estado de ánimo o si era un mal estado de ánimo previo el que exacerbaba el uso de Facebook. Encontraron que era el uso de Facebook el que alteraba nuestra estado de ánimo, haciéndolo disminuir. Algo sorprendente si consideramos la popularidad de esta red social. Entonces, ¿por qué seguimos utilizándolo?

Los autores del estudio hipotetizaron que es posible que cometamos lo que se conoce como "error de predicción afectiva" (affective forecasting error). Este error consiste en que anticipamos (predecimos) que una determinada actividad nos reportará buenos beneficios, por ejemplo, haciéndonos sentir mejor. Esta anticipación hace que nos comprometamos y la llevemos a cabo (a veces con gran intensidad dados los resultados esperados). Un ejemplo podemos encontrarlo en las conductas de venganza. La gente con deseos de venganza no analiza que después de hacerlo se sentirá peor. Todo lo contrario, creo que se sentirá mejor y por eso lo hace. En el caso del uso de Facebook, el tercer estudio encontró esta misma relación. Aunque es posible que sepamos (por otras ocasiones) que su uso no mejorará nuestro estado de ánimo, seguimos anticipando que sí lo hará y lo usamos buscando este resultado. Después nos damos cuenta de que no es así e incluso valoramos esta actividad como poco significativa lo cuál hace que nos sintamos peor tras malgastar nuestro tiempo en la red. 

El estudio concluye que a pesar de que muchos de los usuarios de Facebook consideran su actividad en la red como poco valiosa para su vida, algo que incluso hace disminuir su estado de ánimo, siguen utilizándolo porque esperan que les haga sentir bien. Yo me pregunto, ¿debemos hacérnoslo mirar?


Referencia: Sagioglou, C., & Greitemeyer, T. (2014). Facebook’s emotional consequences: Why Facebook causes a decrease in mood and why people still use it.Computers in Human Behavior35, 359-363.

29 de junio de 2014

This is life


Nunca me gustó estudiar. De hecho, no fui buen estudiante (en términos de buenas notas) hasta que llegué a la universidad. Creo que por este motivo no guardo muchos recuerdos de mis años escolares y a veces confundo los recuerdos de EGB con los del instituto y viceversa. Por este motivo, siempre llaman mi atención los recuerdos tan vividos que algunas personas tienen sobre estas etapas. Algo que me alegra. Sin embargo, yo no recuerdo la mayoría de los nombres de quienes fueron mis maestros, tampoco de mis profesores. No es que aquello fuera un infierno, ni que haga negación de toda esa etapa de mi vida, simplemente se fue, no ocupa mucho lugar en mi memoria. 

No obstante recuerdo con cierta nitidez aquel convulso primero de bachillerato. Convulso porque yo estaba en plena adolescencia a mis 14 años. No fui rebelde, tampoco demasiado problemático. Simplemente era un chico normalito de pueblo, que todavía quería jugar con sus juguetes pero ya parecía que no podía, tímido, reservado. Vamos, uno más entre tantos. El problema fue que mis notas comenzaron a bajar sin razón aparente. Me encontraba demostivado o quizás era mi forma de mostrar cierta rebeldía. La verdad es que no lo sé. Y en ese momento vital de caída hacia algún lugar, ahora desconocido, recibí la ayuda de mi tutora. Una profesora de matemáticas joven, moderna, que se mostraba cercana aunque sin dejar que esa cercanía se confundiera con una amistad mal traída. Sin buscarlo se convirtió en alguien central para mi durante aquel año preocupándose por mi rendimiento, reuniendo a mis padres y haciéndome creer que podía hacerlo mejor. Ella tan sólo se ocupó de dar un pequeño toque de atención a mi entorno y a mi mismo, y con esa actuación tan sencilla consiguió que despertara. No se creó ningún tipo de vinculo especial, la relación profesor/alumno fue perdiéndose en el tiempo a medida que iba pasando los cursos, no tuvimos más trato después de aquello y sin embargo, tanto su nombre como ella han permanecido en mi recuerdo. Años después me ayudó a conseguir muestra para la que sería mi tesis doctoral pero el contacto volvió a perderse.

Hace un par de semanas me acerqué al IVO para ver a mi madre en la que sería su última sesión de radioterapia. Resulta que aquella profesora de matemáticas, la que fue mi tutora pasaba a consulta en el mismo momento en que yo llegaba al centro. No la reconocí pero oí su nombre y vi como se dirigía a la sala de radio. Me quedé con las ganas de hablarle, de preguntarle cómo estaba. Otra oportunidad perdida, me dije. Sin embargo, paseando por el pueblo en compañía de mis hermanas y mis sobrinas, la encontré y nos pusimos a hablar como si no hubiera pasado tiempo desde la última vez que nos vimos. ¿Cómo lo llevas?- le pregunté. Con rabia, grandes dosis de resignación y con la necesidad de sacar fuerzas de donde sea - me contestó. Me hubiera gustado decirle más cosas, animarla, reconfortarla y, sin embargo, fue ella quien me animó y me reconfortó  haciéndome ver una fortaleza que, aunque parezca tópica, está ahí. Tuvo tiempo para preguntarme cómo estaba yo, me dijo que me veía muy bien. Sí - le contesté. Ahora estoy bien. Tranquilo. Feliz después una época de nuevo convulsa en cuanto a emociones, sentimientos, y pensamientos que uno aprende a relativizar porque toma conciencia de lo absurdo de alguno estados. Vuelvo a disfrutar de las pequeñas cosas que me hacen feliz: un libro, una charla, una café, mi familia, mis amigos.

Ella incluso se ofreció a quedar con mi madre, a hablar con ella. Algo que le agradezco enormemente aunque no vaya a pasar. Qué rabia da perderse a esa gente que te ayuda a mirar tu realidad con otros ojos. Qué rabia no poder pasar más tiempo con ellas para valorar lo importante, restar importancia a lo superfluo. Mañana seguiré con mis pequeños problemas, mis estúpidas atribuciones y los pequeños escollos de una vida fácil pero, afortunadamente, cuando mire a mi alrededor seguiré viendo lecciones de vida que trascienden a todo aquello que una vez dejé que sepultara lo importante. Y todo esto, lo bueno, lo malo, lo regular, es la vida. 

Photo: this is life by tekhniklr

23 de junio de 2014

Miedos


El leve chirriar de una puerta abriéndose despierta a Carlos. Un monstruo ha comenzado a sacar su cuerpo a través del armario que está situado frente a su cama. Carlos coge disimuladamente la careta de Hulk que tiene encima de su mesita. Se la coloca bajo las sabanas y espera a que el monstruo llegue hasta él. Cuando lo que parece una especie de orco sanguinolento retira la colcha de la cama, es sorprendido por una cara todavía más fea que la suya y sale disparado hacia el armario. Carlos se levanta cuidadosamente de la cama y tratando de no hacer ruido cierra la puerta del armario, pero esta vez con llave, no quiere que le molesten. Cuando se dispone a volver a la cama, un cuervo gordo y con un plumaje más oscuro que la propia noche se ha posado en el alféizar de la ventana y ha empezado a emitir graves graznidos. Carlos se vuelve tranquilo y susurrando pide al cuervo que se calle. El cuervo no le hace caso por lo que Carlos abre la ventana, con mucho cuidado de no hacer ruido y tratando de evitar el cuervo se cuele en su habitación, y obliga al ave a marcharse. Cuando el cuervo ya se ha ido y se dispone a cerrar la ventana, una mano esquelética agarra el brazo de Carlos. Tranquilo-se dice-es tan sólo la rama de un árbol. De vuelta a la cama descubre que una peluda y enorme araña se ha posado sobre la almohada. En lugar de golpearla con algún otro objeto, Carlos posa su mano junto a la araña y espera a que esta se suba en ella. La deja en el suelo y él se deja caer sobre el colchón. Se encuentra exhausto. El peso de su cuerpo ha hecho que los muelles de su colchón emitan un crujido. Crujido que a su vez ha provocado algún tiempo de movimiento abajo, en el salón. Carlos empieza a temblar y se tapa con las sábanas. Y es que Carlos no tiene miedo de los monstruos del armario, los cuervos gordos y gruñones, las ramas que parecen esqueletos o las peludas arañas. Carlos tiene miedo de quien se sienta en el sillón orejero de la sala de estar. Carlos teme, sobre todas las cosas, la serpiente que ese alguien lleva alrededor de su cintura porque esa sí que pica de verdad. 

20 de junio de 2014

Un mes, un libro: NOS4A2



El pasado mes de mayo Suma de Letras publicó en español la última novela de Joe Hill, hijo de Stephen King. Una novela de más de 700 páginas cuyo título es la matricula personalizada de un Rolls Royce Espectro que leído en inglés es algo así como Nosferatu. El coche, uno de los personajes más importantes del libro, es conducido por Charlie Manx. Un hombre misógino que creó un lugar llamado Christmasland donde siempre es navidad, al que llevó a sus hijas para alejarlas de una mujer a la que odiaba y al que también lleva a los niños que, desde entonces, secuestra a lo largo y ancho de la geografía norteamericana. Nadie ha escapado de Christmasland, tampoco nadie ha podido abandonar el Espectro una vez que ha subido en él. Tan sólo la protagonista de la novela, Victoria McQueen, pudo escapar de las garras de Manx cuando era adolescente, aunque nunca subió al coche y nunca llegó a Christmasland. A Victoria la conocemos de pequeña, en la primera parte de la novela. Ella tiene una especie de don. Gracias a su bicicleta puede convocar un puente "El Atajo" y viajar a cualquier sitio para encontrar cosas perdidas. De hecho, su habilidad es parecida a la de Charlie Manx. Ambos pueden recrear lo que llaman "paisajes interiores", creando pasarelas que les permiten viajar de una lado a otro y recrear nuevos lugares. Sólo que utilizar ese don tiene consecuencias y en cada uso algo de ellos mismos se va perdiendo. Como ellos hay otros muchos personajes con ese don. Unos son buenos como Vic y Maggie, una bibliotecaria que puede ver el futuro a través de su fichas de scrabble. Otros son malos como Manx y utilizan su don para hacer daño. Ahora Vic ha crecido, con muchos traumas tras su primer encuentro con Manx, y éste tiene a su hijo. Vic tendrá que volver al Atajo y recuperar a Wayne. 

Aunque NOS4A2 es una novela de terror, también es un relato sobre el paso del tiempo, la maternidad, la bondad y la maldad dentro de una especie de cuento de navidad perpetua. He leído algunas críticas en otros blogs y aunque ya sabéis que me encantan este tipo de historias, no comparto el entusiasmo de otros hacia la novela. Sigo pensando que la mejor novela de Joe Hill es Cuernos. Creo que Hill podría haber aligerado tremendamente la trama sin necesidad de ofrecer distintos puntos de vista sobre el mismo evento o haberse detenido más extensamente en esa preciosa idea de los paisajes interiores para describir aquellos otros personajes que se insinúan pero que no se llegan a desarrollar, como otros serial killers que menciona cuando conocemos más de cerca a Charlie Manx. En realidad, la premisa que plantea ofrece muchas posibilidades. No obstante, la segunda parte de la novela en la que Vic debe sobreponerse de sus propios traumas y buscar a su hijo gana mucho tanto en la trama como en el ritmo con en el que se acomete la acción. Una pena que el personaje de Maggie no juegue un papel más importante en la novela (si fuera una película o una serie me encantaría ver un spin off de ella). Y también destacan las numerosas referencias intertextuales a series como Juego de Tronos, novelas como Harry Potter y referencias a dispositivos electrónicos de lo más actual. 

Para llamar vuestra atención. SPOILERS. Atención a los adornos navideños que encierran sorpresas. No paséis de los agradecimientos, leedlos. Y la explicación sobre la grafía utilizada para la impresión de la novela no tiene desperdicio. Estamos ante una novela que encierra sorpresas hasta la última página. Aunque yo no la he disfrutado del todo, espero que vosotros si podáis. 

16 de junio de 2014

Bates' Scenes: la llamada


Bates corta las malas hierbas que con la llegada de la primavera han crecido en el jardín trasero. Su madre, o lo que queda de ella, reposa su esqueleto en la mecedora de la habitación. Son las cuatro de la tarde y el teléfono de la casa comienza a sonar.

- Madre, por favor, coja el teléfono- grita Norman desde el exterior.

No hay respuesta y el teléfono sigue sonando.

- Madre, por favor, coja el teléfono. ¿Está durmiendo? No se haga la sorda como la última vez.

La única respuesta la sigue emitiendo el insistente ring-ring del teléfono.

- Está bien madre, lo cogeré yo.

Bates pasa corriendo a la casa y contesta al teléfono.

- Casa de la señora Bates, dígame.

Norman escucha lo que alguien le dice. De pronto tapa el auricular con su mano y vuelve a gritar a su madre.

- Madre, llama la policía. Quieren interrogarla acerca de una chica que pasó por nuestro motel.

Silencio

- No madre. Quieren hablar con usted. Será mejor que se ponga.

Silencio

- Madre, nunca quiere ponerse al teléfono pero esta vez es necesario que lo solucione.

Silencio

- No, madre, no puedo imitar su voz y solucionarlo yo.

Silencio

- Está bien, lo haré, no me grite.

Silencio.

Y en ese preciso instante fue cuando Norman comenzó a imitar la voz de su madre.

- Hola querida- dijo Norman imitando a la señora Bates.

Terminada a la conversación entre la "señora Bates" y el agente de policía, Norman sube a la habitación de su madre.

- Madre, mandarán mañana a una agente para echar un vistazo en el motel.

Silencio

- Sí, una chica. No pasará nada, por qué siempre piensa mal de todas las mujeres. No se preocupe sabré manejar la situación.

Silencio

- Está bien, iré al pueblo para comprar una peluca y veré cómo andamos de espacio en el pantano.

Norman se dirige de nuevo al jardín para terminar la tarea que había empezado.

15 de junio de 2014

Tatuajes*


Imaginó como sería la vida si lograra estar siempre más relajado, despreocupado por lo que acontece a su alrededor. Olvidó por un día las tareas pendientes. Fue capaz incluso de resistir la tentación de abrir el correo electrónico por aquello de ir adelantando tareas. Atisbó de nuevo la persona que había sido hacia ya cuatro veranos y sonrió pensando que lo que empezaba a recuperar valía más la pena que aquello a lo que había dedicado tanta energía durante los últimos años. Incluso llegó a gustarse más físicamente. Respiró el aire cálido de la tarde entre risas, chistes y sinopsis de cine. Se sintió muy feliz cuando vio aquel artista firmando libros en una caseta aunque pensó que él no sería quien viera sus calzoncillos. Trató de saltar al vacío con el ánimo de dejarse llevar. Pero al final de la noche no dejaba de pensar que faltaban tatuajes, algún que otro volumen y una pizca de maldad. Y es que las cosas del self son difíciles de cambiar. Y a pesar de ello, lo pasó muy bien.

*Ilustración: Aitor Saraiba. 

6 de junio de 2014

Single, monogamus, open or monogamish, ¿qué es mejor para nuestro bienestar?


La investigación ha demostrado que estar en pareja mejora nuestra salud física y psicológica, particularmente para los hombres heterosexuales. Los heterosexuales con pareja informan de una mejor salud física, un menor malestar psicológico, menores índices de depresión y una mayor felicidad y satisfacción con la vida comparados con quienes están solteros. Además, quienes están en pareja  informan de un menor consumo de drogas, y tienes menores índices de mortalidad que los solteros. ¿Un alegato a favor de las relaciones? No, cuidado. Todo depende de las características de la relación y de la calidad de la misma. De hecho, quienes informan de tener una relación negativa o no estar satisfechos informan de una menor salud física, menor satisfacción con la vida y tienen mayores índices de mortalidad que las "parejas felices". 

Todo ello con las relaciones heterosexuales pero ¿qué pasa en las parejas homosexuales o bisexuales? ¿se producen los mismos efectos positivos cuando se comparte la vida con otro? A priori podríamos decir que sí, pero las parejas entre gays y bisexuales presentan una mayor variedad en la naturaleza de la propia relación. Sin embargo se trata de una cuestión poco investigada hasta el momento. 

Bajo esta premisa, Parsons, Starks, DuBois, Grov y Golub (2013) realizaron un estudio en el que examinaron indicadores como los riesgos en las relaciones sexuales, el consumo de drogas, la satisfacción con la vida o el conflicto en una muestra de 819 neoyorquinos homosexuales y bisexuales que estaban solteros, o tenían una relación monógama, abierta o lo que denominan como monogamish (aquellas en las que los miembros de la pareja acuerdan que cualquier actividad sexual con otros hombres debe tener lugar bajo un acuerdo previo y ocurrir con ambos miembros de la pareja presentes, entiéndase los tríos o las orgías). 

El estudio apoya la idea de que, también para homosexuales y bisexuales, tener una relación, con independencia de la naturaleza de la misma, proporciona beneficios para la salud de homosexuales y bisexuales. Los hombres en una relación monógama informan de un menor uso de drogas en comparación con el resto de grupos, y un menor uso también durante la actividad sexual. También corren menores riesgos en las relaciones sexuales pero esto viene dado por la monogamia. ¿Alegato a favor de la monogamia? No, el estudio no concluye que sea la mejor forma de relación, ese no es su objetivo. También muestra que la relación que denominan como monogamish tienen mayores beneficios que estar soltero o tener una relación abierta e incluso alcanza los beneficios de la relación monógama. Por ejemplo, los hombres en este tipo de relación presentaron una mayor satisfacción con la vida y menor depresión que los solteros lo que indica que acordar mutuamente una actividad sexual con otros hombres puede ser saludable psicológicamente. O por ejemplo, informaban en menor medida de no usar preservativo que los solteros y aquellos que estaban en una relación abierta. ¿Alegato a favor de la monogamish? Tampoco. El estudio solo pretende hacer una exploración de como la percepción individual de la pareja se asocia con diferentes indicadores conductuales y psicológicos. Ahora cada cual decide. Eso sí, ponen de manifiesto que no todos los acuerdos en las relaciones están asociados con resultados positivos o negativos vinculados a la salud física y psicológica. Además, indica no sólo la importancia de que ambos estén de acuerdo en lo que se quiere hacer, sino que también se tenga cabeza con lo que se hace. Si tienes una relación abierta, olé, pero no tomes riesgos que puedan afectar a tu pareja. Al final lo que prevalece, como siempre, es el sentido común. 

Podéis leer el estudio aquí: 

Parsons, J.T., Starks, T.J., DuBois, S., Grov, C., & Golub, S.A. (2013). Alternatives to monogamy among gay male couples in a community survey: implications for mental health and sexual risk. Archives of Sexual Behavior, 42, 303-312. 

4 de junio de 2014

Cinco estaciones


Yacía en la ladera de un bosque espeso donde el horizonte estaba bloqueado por un gran masa de árboles y algunos arbustos. Un animal se acercó temeroso, olisqueando el aire, y se alejó al sentir el calor que despedía su cuerpo. El otoño estaba próximo y las hojas había comenzado a teñir su ropa de tonos naranjas y amarillos. Tenía gases y éstos, no sabía cómo, había comenzado a atraer a unos pequeños escarabajos que recorrían sus brazos buscando un camino. Sin darse cuenta llegó la nieve y ésta alivió su hinchazón. Para entonces ya no veía a los insectos, tampoco a los animales, que transitaron la ladera en busca de alimento. La primavera en la ladera le devolvió el olor de las flores silvestres y la hierba acariciaba su cuerpo cada vez más delgado. Para la siguiente primavera comenzaría la reducción de su esqueleto y su estado colicuativo avanzaría más rápidamente si las previsiones de lluvia se cumplían. Hacía mucho tiempo que no le importaba su estado, pero el agujero en su cráneo seguía manteniendo la misma pregunta en el aire: ¿por qué?. 

31 de mayo de 2014

Cine de temática gay: Freier Fall


Cada generación necesita de un imaginario colectivo sobre el amor, las relaciones sentimentales y el sexo. El cine ayuda a construir este imaginario sobre todo para determinados colectivos como el homosexual. Imaginadlo. Si naces en el seno de una familia heterosexual y tú lo eres, la identificación es más sencilla. No quita para que, de cualquier forma, aprendas cosas buenas o malas sin importancia del sexo de quienes forman la pareja. No obstante, el cine pude ayudar a muchos jóvenes (sobre todo en las provincias) a identificarse gente que siente lo mismo. Por ese motivo, la película de hoy es de temática homosexual. Si haber realizado un análisis de contenido de muchas de ellas, los temas, las ideas, los personajes se repiten aunque se actualizan los contextos en los que sucede la acción, pero entiendo que es necesario actualizar la imagen de viejos temas para llegar a esas nuevas generaciones.

La alemana Freier Fall (Free fall, Caída libre, 2013) nos acerca a la vida de dos policías de la unidad de control de disturbios de una ciudad alemana. Uno de ellos acaba de mudarse con su novia y espera un hijo de ésta cuando comienza a sentirse atraído por un compañero de la académica con el que al principio se peleaba. La confusión y reticencia inicial por la atracción hacia otro hombre se torna en una relación cada vez más intensa que, como era de esperar, le comienza a ocasionar múltiples problemas tanto en su hogar con en la unidad policial.

Hasta aquí nada nuevo en el horizonte, Freier Fall presenta similitudes otras propuestas que tuvieron éxito entre el gran público como Brokeback Mountain. Es cierto que el contexto es distinto, los elementos que añaden morbo a la historia también lo son (como ubicar la acción en una unidad policial y jugar con los prejuicios allí presentes). Y también como en la película de Ang Lee, hay que destacar de Freier Fall su final realista, sin concesiones, que lo aleja de otras propuestas de happy ending donde todo termina dentro de un plano idealista pero poco real. No puedo desvelar mucho más para no destriparos la película. En ese sentido, la propuesta me pareció muy interesante, gratificante y clarificadora y poco complaciente.

No obstante faltan cosas que yo echo de menos en este tipo de cine. Por ejemplo, un tratamiento más realista del sexo entre dos hombres. Entiendo lo excitante de plantear un polvo rápido en el bosque mientras que una lluvia torrencial intensifica el vapor que dos cuerpos desprenden a la luz del atardecer, pero no es del todo funcional ni fuera ni dentro de la ficción en las circunstancias en las que se nos presenta. No sé si me explico, pero la lluvia no es el principal problema.

Tampoco es mi deseo que este tipo de propuestas ofrezca escenas pornográficas. No, no a lugar. Sin embargo, existen ya otras películas como “La vida de Adele” que ofrece una imagen más realista, sin tapujos, del sexo entre dos chicas. Quizás haya alguna película con relaciones homosexuales que haga algo parecido, pero todavía no la he encontrado. No podemos olvidar que este tipo de películas, aunque no lo pretenda, también tienen un componente pedagógico importante.

Ocurre lo mismo con el porno, para bien o para mal, educa. Y educa cuando presenta las cosas buenas de una relación sexual y también cuando olvida las que no son tan buenas. Y no solo educan estas películas en el terreno sexual, también mostrando otras pautas de comportamiento dentro de la relación, centrándose por ejemplo en los primeros meses de una relación (cuando todo marcha bien) pero olvidándose de otras etapas donde necesariamente no debe ir mal pero en las que la relación se debe ir construyendo en base a otros elementos como la confianza, el respecto, la complicidad, el diálogo, la resolución de conflictos, etc. Que conste que entiendo que esto es menos cinematográfico. Lo mismo ocurre con propuestas de temática heterosexual. Podéis analizar el gran éxito de la temporada, Ocho apellidos vascos, y analizar las mismas cuestiones, desde cómo se muestran las relaciones sexuales hasta el comienzo de la relación de pareja. Lo más interesante para mí sería conocer qué pasa después de que se bajen del carro de caballos, aunque mejor nos quedamos con lo bonito, ¿o no?

Hay muchas nuevas propuestas que están llegando al cine durante los últimos años como Weekend, El extraño del lago, Hawaii, Sleepless Knights, Alata, o Keeps the lights on, lo que indica no un tirón comercial hacia este tipo de cine (claramente minoritario) sino la necesidad de seguir visibilizando este tipo de historias. 

29 de mayo de 2014

Al otro lado de la plaza te buscaré*


El último aliento de Antonio abandonó su cuerpo entre las tinieblas de la luz del atardecer que dejan paso a la noche. Petra, que había sido su mujer durante 30 años, emitió un sonoro suspiro de alivio. Habían pasado casi cinco meses desde que comenzó a subir la dosis de la medicación de su marido para provocarle un ataque al corazón. Lo cierto es que Antonio nunca la trató mal, simplemente no la trato de ningún modo. Su matrimonio, como el de otra mucha gente, se había alimentado de la rutina y de los que dirán. 

Petra soportó aquella situación asida a un recuerdo. Un verano hace años, después de llevar casada cinco, bailó con la persona a la que había amado desde entonces. Después de aquello guardaron su pequeño secreto y su relación consistió en unas cuantas miradas furtivas y notas escritas en los recibos de la carnicería. Habían pasado 30 años desde aquel primer y último baile pero, a pesar de haber transcurrido de forma lenta, la vida de provincias seguía regida por principios propios de otra época para la gente de la capital. 

Pintó sus labios mientras sonreía pensando: “a rey muerto, rey puesto". Salió de casa y cruzo la plaza del pueblo para tocar el timbre de aquella otra puerta que siempre observa tras los visillos de su cuarto de estar. Estaba nerviosa. Se había puesto el vestido que lucía aquel verano, su cuerpo había cambiado desde entonces pero nada que unos pequeños arreglos pudieran maquillar. Tras unos segundo que le parecieron minutos, la puerta se abrió y tras ella apareció la sonrisa de otra mujer que le decía: “por fin has llegado”.

*Versión corregida y ampliada del microrelato que presenté al concurso de microrelatos de Barajas de Melo. 

27 de mayo de 2014

El Síndrome del Príncipe de Asturias


[Aviso de que todo lo que figura a continuación es una ficción, o no. En cualquier caso me voy a patentarlo no sea que luego se comience a tratar]

El Síndrome del Príncipe de Asturias es una afectación a nivel interpersonal por la que la persona se convierte en el novio ideal, la persona adecuada para una relación estable, con la peculiaridad de que esta consideración no deriva de la potencial pareja sino de su madre, raras veces también, de la hermana quien al principio sí pero luego no. En definitiva, las personas con este síndrome son el yerno que toda suegra desea tener, ese Príncipe de Asturias que todas quisieran tener en el salón, pero provocan una atracción sexual en la potencial pareja que disminuye exponencialmente a medida que aumenta la simpatía de la, también, potencial suegra. 

Criterios para el diagnóstico del Síndrome del Príncipe de Asturias (la persona deberá cumplir al menos 3 de los siguientes criterios):

A. En situaciones sociales las personas con este síndrome son regularmente agasajadas con cumplidos no relativos al físico, más bien hacia cualidades personales que pueden estar vinculadas a la forma de ser o a su capacidad para el trabajo que desarrollan. 

B. En relación al criterio anterior, las personas con este síndrome es típico que sean definidos como "buenos", "generosos", "buenas personas". Es típico escuchar: "Llegó el bueno de X y vimos la luz".

C. Su nivel de follabilidad es reducido, lo que viene marcado por frases del tipo: "contigo se puede hablar de cualquier cosa", "aunque no me acueste contigo seguro que llegamos a entendernos mejor que aquellos con los que me acuesto".

D. Si la persona que sufre el síndrome es homosexual es probable que tenga más éxito con las chicas que con los chicos.

E. Si el atractivo físico de la persona con el síndrome es destacado en alguna ocasión, es una amiga o la potencial suegra quien lo ha hecho.

F. La relación con la potencial suegra o, habiendo tenido suerte,  la actual suegra es cercana. Ella le echará de menos mucho más que la pareja en caso de ruptura. 

G. En los periodos en que (milagrosamente) estas personas han tenido pareja, ésta o la suegra han dicho "tu eres la mejor elección". La pareja luego podrá añadir: "pero..."

Para poder diagnosticar el síndrome, la duración de estos síntomas en los menores de 18 años debe haber sido de al menos un periodo de un año sin haber tenido una relación, 2 años en caso de ser mayor de 18 años. Podrán también diagnosticarse diferentes grados: Grave, Muy grave, Super grave. 

Ahora podéis añadir más síntomas para el síndrome. 




25 de mayo de 2014

Descansan en Paz, luego Vuelven y Resucitan.


En 2005 el sueco John Ajvide Lindqvist publicó la novela "Descansa en Paz" (publicada en España en 2010). En ella, el autor de la estupenda "Déjame entrar" narra la resurrección de miles de personas en la ciudad de Estocolmo lo que conmociona a la sociedad, sobre todo a los familiares de aquellos que vuelven, y que plantea una cuestión práctica: ¿qué hacemos con ellos?


En 2013 el norteamericano Jason Mott publica la novela "Vuelven" (The returned), más conocida ahora por la serie "Resurrection" que Telencinco emite en nuestro país con gran éxito (haciendo cara a la longeva "Cuéntame"). En Vuelven, se nos plantea de nuevo el regreso de personas muertas provocando no sólo la estupefacción de los familiares de los retornados sino también de las autoridades y todo un país ante un fenómeno de difícil explicación.

Me llama la atención que nadie parezca haberse dado cuenta de las similitudes de ambas novelas publicadas en ambos casos por el grupo Planeta. Es cierto que Vuelven viene avalada por un mayor número de ventas y por una serie de televisión que, sin haberla visto, tendrá que meter más carne en el asador si lo que pretende es enganchar al público e ir creciendo en temporadas.

Ambas novelas parte de la misma premisa, ¿qué pasaría si de pronto volvieran los muertos? Tampoco es un planteamiento nuevo. Hay están las miles de novelas sobre zombies. Sin embargo, ninguna de las novelas que os comento nos presenta unos seres agresivos (aunque no siempre parece ser así en "Descansa en paz"), que quieren comerse a la gente. Los retornados son, en principio, pacíficos aunque todo depende de cómo eran antes de morir. Quizás la diferencia más clara entre ambas novelas es que mientras que en "Vuelven" los retornados regresan físicamente tal y como eran justo antes de morir, en "Descansa en Paz" vuelven con los deterioros ocasionados por el paso del tiempo en la tumba o con la heridas producidas por los accidentes que sufrieron antes de morir. En esta última los retornados no hablan, ni comen, han perdido parte de su humanidad, pero en Vuelven mantienen todos sus rasgos humanos. 

Da igual cuál sea su estado. En ambas novelas provocan sentimientos encontrados entre los que los reciben, "eso no es mi hijo", "no son normales", "son un milagro" "son una maldición" y se preguntan si la vuelta de los muertos es el comienzo del Apocalipsis. Sin embargo, no encontraréis respuestas a grandes preguntas en ninguno de los dos libros, tampoco es realmente importante para la trama por qué volvieron y nos os diré si se trata de dar una explicación a este hecho. No sé que harán con la serie, pero si buscáis respuestas en el libro es probable que no encontréis lo que esperáis. En realidad, ambas lecturas nos hablan de cómo nos sentiríamos si una persona a la que una vez amamos volviese. En los libros vuelven muchos, miles, pero la historia se centra en personas que sì fueron amadas (he oído que en la serie ha vuelto algún que otro asesino). Ambas lecturas se interrogan sobre qué haríamos, qué diríamos en esa segunda oportunidad. Y también indaga sobre nuestros sentimientos hacia la muerte y la necesidad de que esta se produzca. Siempre he pensado que es muy importante hablar de la muerte, llevarla a nuestras conversaciones cotidianas para tratar de naturalizarla. Y no está mal, también, que leamos relatos sobre ella. Quizás algo aprendamos y no dejemos para mañana lo que podemos decir hoy. 

21 de mayo de 2014

Hay una cosa que te quiero decir


Ella 19 años. Él 22. Llevan tres meses juntos. Ambos definen su relación como muy intensa a pesar del poco tiempo. De lo intensa resulta larga, pero no larga porque ya se hayan cansado si no porque han vivido mucho en poco tiempo. Desde el principio los celos están presentes. Tan presentes que continuamente discuten por ello. Ella quiere seguir con él pero necesita cambios. Necesita saber que él realmente está comprometido con la relación porque, además, tiene una falta de una semana en su regla. Lo quiere, desea estar con él y cree estar preparada para ser madre. Ella 19 años. Él 22.

Ella, en lugar de llamarlo y pedirle que se vean en su casa o en la cafetería donde alguna vez quedaron, decide ir a la televisión. Puestos a buscar un cambio en la actitud de él, pensaría, no hay nada mejor que utilizar la influencia televisiva para lograrlo. Da igual que se entere del posible embarazo en plató. Da igual que decida dejarle en la grabación del programa. Da igual que su intimidad se convierta en un hecho público. 

Él llega al programa. Suponemos que no sabe nada aunque es difícil creerlo. Abre un sobre virtual y la ve a ella. Ella repasa su corta pero intensa relación y le pide un cambio. Él se muestra de acuerdo pero le pide que ella también tiene que dejar los celos a un lado. Todos felices pero queda algo...la gran noticia. Para comunicarla el presentador llama a la madre de él. Está en el plató. Se sienta a su lado, saluda a la chica. Ella les dice que es posible que esté embarazada. La madre grita: ¡Bien!. Sí, grita: ¡Bien! El presentador recibe un test de embarazo con el resultado tapado por cinta aislante negra. La quita y el resultado es negativo. Tristeza, sobre todo en la madre de él. 

Y luego hablan de que es un programa blanco, familiar. Yo creo, como señaló Paul Éluard, que "hay otros mundos pero están en éste.

13 de mayo de 2014

Sesiones de cineclub: Joven y bonita


En 2005, François Ozon, estrenó "El tiempo que queda" una especie de "Mi vida sin mi" pero con personaje homosexual al que se diagnostica un cáncer incurable y que, al contrario que la protagonista de la película de Isabel Coixet, tiene una reacción quizás no del todo defendible aunque más realista, al tratar de alejarse de todo los que le rodean con el propósito de evitarles el dolor de lo que serán sus últimos meses. En 2013 estrenó la película que no ocupa "Joven y bonita", de temática muy diferente a la película antes mencionada, pero que comparte con ésta lo que parece una preocupación del director por analizar el comportamiento de los jóvenes o de aquellos que, habiendo entrado en la madurez, todavía disfrutan de su juventud. De hecho, sin analizar detenidamente el cine de Ozon, éste parece interesado en contraponer personajes jóvenes con otros modelos más adultos, como hizo en la magnífica "En la casa" (2012), adaptación cinematográfica de la obra teatro de Juan Mayorga. 



En Joven y Bonita Ozon nos deja fisgonear en la vida sexual de Isabelle, una joven de 17 años que vive en el seno de una familia acomodada en París. Isabelle pierde su virginidad durante las vacaciones de verano aunque la experiencia, como casi todas las primeras veces, no resulta tan satisfactoria como se espera inicialmente. Hasta ahí, lugares comunes a otras muchas películas y relatos. Sin embargo, un día Isabelle es abordada por un viejo que le ofrece dinero por acostarse con él. En ese momento Isabelle no accede a la proposición pero después la vemos convertida en una prostituta de lujo que acude a diversos hoteles para acostarse con hombres mayores. Mientras tanto Isabelle aparenta normalidad en su casa, sigue con sus clases, aborrece ir al teatro con sus padres y va acercando la sexualidad a su hermano. Cuatro estaciones y cuatro canciones nos muestra el transcurrir de la vida de esta joven. 


Algunos críticos señalan que Ozon quería mostrar el paso de la adolescencia a la vida adulta a través de las experiencias sexuales de la joven protagonista, pero como espectador creo que en la película hay mayor contenido que carga sexual y, también, cierta crítica hacia los convencionalismos del sexo en pareja. La madre de Isabelle habla de que tiene el vicio en el cuerpo. El espectador podría confirmar esta opinión al observar  la joven no lo hace por dinero, aunque se trate de algo que acrecienta la excitación de la experiencia. En mi opinión, la película nos habla del poder de la juventud, del deseo que poseer ésta ejerce en las personas mayores. La juventud, eso que mi amigo Guillermo denomina "tiranía de corta duración", es utilizada por la protagonista como arma para obtener placer, no tanto del sexo en sí, sino de la dominación de la situación, de sentirse admirado por esa circunstancia temporal que también abandonará a su protagonista: un cuerpo joven y bonito. Ahora podréis acusarme de sexista, pero podríamos cambiar Isabelle por Isidoro y sería lo mismo. Por otro lado, no creo que la película banalice el tema de la prostitución, tampoco hace una llamada a ella para descubrirnos sexualmente. Creo que, ante todo, nos habla de la banalidad de la juventud y de lo obsesionados que, incluso de mayores, estamos por conseguirla. Por cierto, sed pacientes y esperad la aparición de Charlotte Rampling (actriz fetiche del director), un gran regalo para el espectador. ¡Qué disfrutéis del cine!

7 de mayo de 2014

Saboreo


El domingo 4 de Mayo corrí mis primeros 10 kilometros dentro de una carrera de competición en la que fue la XXXI Carrera Popular El Caño, en el pueblo donde me crié. Desde luego no supone ningún mérito, no quedé entre los primeros clasificados y ni siquiera obtuve diploma de participación. En todo caso cumplí un reto personal, me batí conmigo mismo en una actividad que no practico habitualmente y para la que no había entrenado. De ahí que mucha gente cercana pensará que me retiraría en mitad del recorrido. 

Algunos pensaréis que me he sumado a la moda del "running", puede ser. Pero, entre otras cosas, esta ha sido una actividad para crear recuerdos de eventos o acontecimientos positivos a nivel individual o interpersonal. Mi intención es saborear cosas con las que disfruto y con las que te hacen disfrutar. Quienes hayáis corrido sabéis que esta práctica, más allá del esfuerzo y el desgaste físico, es una actividad altamente adictiva. Adictiva porque facilita la segregación de endorfinas (esas pequeñas moléculas de la felicidad que te hacen sentir bien), pero además adictiva porque puede ser muy placentera, porque te permite disfrutar del medio ambiente, porque te permite cumplir pequeño retos, porque es una actividad que te vincula a otras personas, en la que la gente te anima con sus aplausos, y por otros muchos motivos. En definitiva, correr te permite tomar mayor conciencia de los pequeños placeres que tiene la vida, te permite desconectar de los problemas cotidianos. Pero esa satisfacción no debe acabar ahí, como señalaba antes, debemos tratar de crear recuerdos sobre estos eventos, por ejemplo, a través de fotografías, hablando con quienes han compartido la carrera, también con quienes te han visto, para que dentro de un tiempo comiencen los: "recuerdas cuando...". 

En psicología positiva la creación de estos recuerdos está vinculada a lo que se conoce como "saboreo" que consiste en tomar conciencia del placer e intentar deliberadamente que permanezca. La investigación sobre este aspecto ha encontrado que las personas que saborean habitualmente son más felices y optimistas, además de estar menos deprimidas que aquellas no saborean. Para ello tan sólo tenemos que compartir acontecimientos positivos con otros, felicitarnos a nosotros mismos cuando suceden cosas buenas, quedar absortos en el placer sin pensar en otros asuntos, o escribir un blog para almacenar todos esos buenos recuerdos a los que regresar de vez en cuando. Así que ya sabéis, saboread todo lo que podáis aquello que habéis disfrutado y que os ha hecho felices. Es gratis. 

5 de mayo de 2014

Una semana, un libro: La serie de Flavia De Luce


En 2009 Alan Bradley publicó la primera novela de la serie Flavia De Luce titulada en nuestro país como "Flavia de los extraños talentos" y que en inglés tenía el estupendo título de "The sweetness at the bottom of the Pie". En 2010 se publicó la segunda parte también con un precioso título en inglés "The weed that strings the hangman's bag" y que en España se tradujo como "La muerte no es un juego de niños" (lo mismo, vamos). Flavia es una niña de once años con un don especial para la química que vive en la Inglaterra de 1950. Convive con sus dos hermanas (Ophelia y Daphne), un padre aficionado a la filatelia y algunos de los sirvientes (especial mención requiere Dogger) que se encargan de una vieja casa de campo victoriana que difícilmente pueden mantener por las dificultades económicas que pasan. Desde luego las inquietudes de Flavia con los venenos, la difícil relación con sus hermanas y el esquivo recuerdo de una madre que murió escalando una montaña cuando ella era muy pequeña darían para una buena historia. Pero a todo ello hay que sumar los asesinatos con los que se va topando Flavia y que ayuda a resolver con sus enormes dotes de observación y deducción. 

En el segundo de ellos, escrito muy inteligentemente y con una prosa muy delicada (también el primero), Flavia se topa con la muerte de un famoso titiritero de la BBC que pasaba por el pueblo. Flavia ayudará a desvelar si la muerte de Rupert ha sido un trágico accidente o el resultado de un asesinato. Y en su búsqueda se encontrará con que los habitantes de Bishop's Lacey guardan viejos secretos en los que Rupert también está implicado. Aunque los misterios a los que se enfrenta Flavia no adquieren las dimensiones de otras obras del género detectivesco, las ideas, conclusiones y situaciones que atraviesa la protagonista son descritas de forma profusa, recordando a Sherlock Holmes (del que Alan Bradley es un estudioso). Por ello, en ocasiones se requiere algo de paciencia si lo que quieres es conocer la resolución de la misteriosa muerte. 


Recientemente se ha publicado el tercer libro de la serie aunque me temo que no han tenido demasiado éxito porque tras dos ediciones en hardcover bastante cuidadas, la tercera ha salido directamente en edición de bolsillo: "Flavia De Luce y el misterio de la gitana" lo que en inglés era "A red herring without mustard".A mi ya me espera en mi estantería esta tentadora aventura en la que Flavia encuentra a una adivinadora gitana que ha sido atacada.  ¡Amigas/os a leer!

3 de mayo de 2014

Uso del color y estereotipos de género: ¿cómo colorean niños y niñas?


"El azul es para los chicos y el rosa para las chicas" así como "la muñecas son para las chicas y los camiones para los chicos" son estereotipos de género ampliamente conocidos y aceptados, por algunas personas, en las culturas occidentales. Estudios recientes sugieren que, desde muy temprano, niñas y niños se ven influenciados por estos estereotipos y, en base a ellos, muestran una preferencia por los colores que se asocian socialmente a su género, tomando decisiones considerando dichas creencias estereotípicas. Concretamente, los estudios han encontrado que las chicas escogen, en general, los colores rosa y morado de forma significativamente superior a los chicos. Las diferencias en estas preferencias podrían ser el resultado de aplicar las observaciones del comportamiento de los otros sobre uno mismo. Por ejemplo, las chicas pueden desarrollar una mayor preferencia por los colores rosas, morados o rojos al ver que otras chicas los llevan en su ropa o complementos, considerando así que son más prototípicos de su género. Los chicos, por su parte, al realizar estas mismas observaciones pueden llegar a la conclusión de que los rosas o morados no son apropiados para su género y evitar, por ello, vestirse de esos colores.

Con el objetivo de comprobar cómo el género y la información relacionado con él influyen sobre la elección del color, Karniol (2011) realizó un estudio en el que 98 niños y niñas israelíes de entre 4 y 8 años debían elegir un cuaderno de ilustraciones que contenía dos estereotipos de género contradictorios relativos al color y a la ilustración de su cubierta (como los que veis en la foto de este post). Una de las cubiertas era rosa (color estereotípico femenino) y tenía en su portada una figura masculina (ilustración de Batman); mientras que el otro cuaderno era azul (color estereotípico masculino) y tenía en su portada una figura femenina (ilustración de una muñeca Bratz). Después de elegir uno de los dos cuadernos, niños y niñas debían colorear, con colores estereotípicamente femeninos y masculinos, tres ilustraciones contenidas en él, con colores estereotípicamente masculinos (azul claro y oscuro, verde claro y oscuro) y colores estereotípicamente feemninos (rosa, rojo, morado y malva). Dos de las ilustraciones eran prototípicas de cada género (una figura femenina y otra masculina), mientras que la tercera ilustración era de naturaleza neutra (cinco estrellas). Su intención al incluir estas tres figuras era comprobar si la elección de colores a la hora de pintar las ilustraciones estaba influenciada tanto por el género de los escolares como por la naturaleza estereotipada o no de la ilustración. 

Los resultados de Karniol mostraron que, de forma mayoritaria, chicas y chicos elegían el cuaderno a partir de la ilustración de la cubierta y no relación con su color. Este resultado evidencia que cuando se presentan dos estereotipos de género contradictorios, la figura o el objeto adquiere mayor importancia que el color, a la hora de tomar decisiones. Para colorear las ilustraciones, tanto los chicos como las chicas, utilizaron mayor cantidad de colores para pintar la figura estereotípica de su propio género. Las mayores diferencias aparecieron en el uso de los colores estereotípicamente femeninos. Los chicos utilizaron estos colores con una frecuencia significativamente menor en comparación con las chicas, tanto en la figura femenina como en la neutra. Los resultados también mostraron que los chicos evitaban mayoritariamente el uso del rosa y, en muchos casos, no colorearon la figura femenina. Karniol (2011) explicó estos resultados en relación a la socialización de género, concluyendo que la elección de los colores con los que los chicos y las chicas pintaron las ilustraciones estaba influenciada por su identidad de género.

Bajo esta premisa, hace ya dos años decidí hacer una réplica de este estudio en nuestro país, aunque introduciendo algunas novedades como un mayor número de colores (añadimos el color naranja y amarillo) y presentamos nuevos dibujos a un mayor número de participantes (n=614). De forma global, nuestros resultados corroboran las conclusiones de Karniol (2011) sobre la influencia del género y la información estereotipada en las preferencias que los niños y las niñas tienen hacia unos colores u otros. Sin embargo, nuestro trabajo aporta nuevos datos sobre cómo opera la variable género en la selección de los colores y cómo dicha selección está influenciada por la naturaleza estereotipada de las ilustraciones en un contexto como el español. Entre los resultados, encontramos que los niños españoles no rechazaban tan abiertamente el color rosa para pintar los dibujos (al menos cuando lo utilizan para pintar partes del cuerpo) y que ambos adaptan el uso de colores a los dibujos presentados. Por ejemplo, si el dibujo representa una chica tanto niños como niñas utilizan más colores considerados femeninos para colorearla, mientras que si el dibujo es de un chico niños y niñas utilizan más colores estereotípicamente masculinos para pintarla. Ello evidencia que conocen los estereotipos y adaptan su conducta de colorear al tipo de dibujo que se presenta. Este estudio ha sido publicado recientemente en la revista americana Gender Issues y tenéis la referencia y el link a continuación por si queréis profundizar en su lectura.


Navarro, R., Martínez, V., Yubero, S. y Larrañaga, E (2014). Impact of Gender and the Stereotyped Nature of Illustrations on Choice of Color: Replica of the Study by Karniol (2011) in a Spanish Sample. Gender Issues, 31 (2), 142-162  

http://link.springer.com/article/10.1007/s12147-014-9122-1


1 de mayo de 2014

Días de cine: Carmina y Amén


El pasado miércoles Paco León volvió a dar muestras de que las reglas de la distribución del cine pueden ser alteradas con el objetivo de lograr mayor publicidad para la películas y, esperemos, una mejor recaudación. 125 salas estrenaron de forma gratuita un día antes de la fecha oficial su película Carmina y Amén (secuela de Carmina o Revienta). Entre las salas seleccionadas se encontraba la ciudad de Cuenca y allí que nos fuimos los amigos, de luto riguroso. Lo cierto es que poco había visto de esta secuela con la excepción de la secuencia en que una ninfa (pájaro) vuelva hacia Carmina y ésta la llama "Barcenas". Mis expectativas eran pocas. La primera no me gustó mucho, como decía un amigo "me cayó tan mal el personaje" que no empaticé con ninguna de la cosas que les sucedían. Mi crítica sobre aquella película no fue muy buena hasta el punto de que tuve que retirarla de Amazon.es (donde compré el dvd el día del estreno) ante el aluvión de puntos negativos que empezó a tener mi cuenta. 

Sin embargo, debo decir que Paco León ha mejorado la historia y la secuela supera con creces su predecesora. A pesar del tono dramático general, Carmina y Amén envuelve momentos de tremenda comedia donde la carcajada es inevitable. En estos días donde todos estamos faltos de humor, la historia de Carmina consigue saltarte las lágrimas incluso en situaciones todavía tabúes en nuestra sociedad, como las que rodean la enfermedad y la muerte. Plagada de grandes frases: "yo nunca miento porque lo que digo se convierte en verdad" o "últimamente se muere gente que no se había muerto nunca", Carmina o Revienta trasciende el retrato de la "picaresca" española al retrato de una familia que se auto protege en momentos de adversidad. Y Carmina termina por caer bien, porque aunque algunos la tacharán de zafia, maleducada y guarra, es uno de los personajes más humanos de los que nos han ofrecido últimamente en la pantalla grande. Espero que tenga una gran taquilla, mi sueño sería que superara a "Ocho apellidos vascos", aunque ésta última es más correcta, más neutra y, por tanto, llega mejor a toda clase de público. Si Carmina y Amén hace una buena taquilla demostrará que el cine español no está muerto y que solo hay que hacer películas que la gente quiera ver. Vamos, al cine todos.