22 de abril de 2014

Lecturas hospitalarias y feliz día del libro


El tiempo en los hospitales transcurre de forma más lenta, como si adquiriese una densidad que hiciera su transcurrir más pesado, mientras que en el exterior el ritmo es más frenético. Las pasadas semanas, por diferentes motivos, tuve que pasar largas horas entre las paredes que encierran ese tiempo más denso (parece poder tocarse)  y aproveché para terminar lecturas pendientes e iniciar otras nuevas. Ahora que se aproxima el día del libro recojo aquí esas lecturas por si os sirvieran de recomendación. 


Un hombre al margen (Alexandre Postel, 2013).


Contraportada: Damien North es profesor de Filosofía en una prestigiosa universidad. Viudo, lleva una vida solitaria. Un día es detenido por la policía acusado de haber descargado en su ordenador imágenes provenientes de una red pedófila. El caso genera un gran revuelo puesto que Damien es nieto de Axel North, figura política histórica muy conocida en Francia. A la vista de la terrible acusación, cualquier gesto, cualquier palabra suya puede considerarse una prueba condenatoria. El terrible engranaje empieza a girar...

La novela no nos habla detalladamente de la pedofilia sino de cómo una decisión judicial puede situar a un hombre al margen de la sociedad, de cómo nuestra sociedad se salta la presunción de inocencia y convierte a un hombre inocente en un ser excluido, despreciado por los demás. Desde el punto de vista psicológico resulta muy interesante por el proceso atributivo que realizan los familiares, amigos y conocidos del profesor que rápidamente buscan pistas, recuerdos que lo convierten en culpable y, también, por cómo el sujeto puede comenzar a dudar de su propia inocencia. Llena de reflexiones en torno a la enseñanza en el ámbito universitario y con una mirada hacia aquellos que, por cualquier razón, se sitúan en los límites de lo que se considera aceptable socialmente, resulta una lectura inquietante y sumamente recomendable. 



La mujer loca (Juan José Millás; 2014) 

El nuevo libro de Millás se describe como una novela que miente, una novela llena de verdad. En ella, el propio Millás es protagonista de la acción aunque no sabemos si lo que nos narra sobre su vida es cierto o no. La novela nos describe a un mujer a la que visitan las palabras y las frases para comentarle sus problemas de concordancia, sus preocupaciones. También recibe la visita, en su cabeza, de personas como un cartero analfabeto que le pide que le lea la dirección de las cartas que debe entregar. Y a esa mujer llega Millás cuando se encuentra haciendo una especie de reportaje sobre la eutanasia. Los retratos de la mujer loca se entremezclan con los relatos de la mujer que desea una muerte digna y las visitas de Millás a su psicoanalistas. Un ejercicio metaliterario escrito de forma clara y directa que termina por atrapar al lector en ese juego de espejos con situaciones absurdas que su autor sabe narrar inteligentemente. 



Los niños que ya no sonríen (Fran Santana, 2014)

Hay algo en los autores noveles que me seduce hasta el punto de tener que comprar sus libros. Si a eso le añadimos que provienen de profesiones alejadas del mundo literario como es el caso de Fran Santana (se dedicaba a la construcción) todavía hace que tenga más ganas de leer qué ha escrito una persona humilde, además fan de Stephen King (otro raro como yo). En los niños que ya no sonríen, Santana nos propone una novela negra sobre la trata infantil teniendo Bilbao como escenario de fondo. Una novela intensa, bien escrita, cuidada (lo cual es raro en este tipo de libros) con una historia compleja que atrapa al lector, aunque excesiva en su argumentación. Si quieres intriga y buscas una novela que leer de un tirón este puede ser el caso. A pesar de ello le pongo una pega, es demasiado explicativa. Es decir, Santana no ha querido dejar ningún hilo suelto en su novela y ese nivel de argumentación puede cambiar al lector. 

Lo dicho, feliz día de libro. 

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buenas las recomendaciones no se por donde empezar...Feliz día del libro!!

Cristina dijo...

No sé si leer los libros que recomiendas procurará tanto placer como leer tus propias recomendaciones, pero deberían contratarte como motivador a la lectura porque, mi querido Raúl, tienes un gran don en este terreno, amén de en muchos otros.

Raúl Navarro dijo...

Gracias amigas. Vuestras palabras siempre son motivadoras.

Un beso enorme.