12 de marzo de 2009

¿Pelo o Cabeza?


Desde mi nueva casa se ven las vías del tren. Casi todas las tardes me siento en mi pequeño simulacro de despacho para trabajar y observo como, a lo lejos, la gente deambula de un sitio para otro, algunos de ellos haciendo parada en Mercadona. Estoy escribiendo desde ese mismo lugar, mirando hacia una vieja plataforma elevada donde hace tiempo no ha parado ningún tren. Esa plataforma es frecuentada, algunas tardes, por dos hombres que comparten unas litronas mientras la luz del atardecer va apagándose poco a poco para dar lugar a la noche. Desde mi escritorio les veo hablar e imagino posibles conversaciones.

- Oye tío. ¿Tú eres pelo o cabeza?-pregunta uno.
- ¿Por qué me preguntas eso?-le replica el otro.
- No sé tío. El otro día mi vieja estaba viendo un capítulo de Rockefeller Plaza y las tías que salen allí decían que los tíos eran pelo o cabeza.
- Tú no me dijiste que ibas a dejar de ver esas cosas. Que no entendías su humor.
- Sí tío, pero mi vieja lo ve todas las semanas y si quiero estar allí me lo tengo que tragar. Además, cuando ves unos cuantos capítulos te empieza a gustar y, no sé, salen tías que están muy buenas.
- No ves más que gilipolleces, pero anda, cuéntamelo.
- Bueno, pues la rubia y la morena que salen dicen que los tíos son pelo o cabeza.
- ¿Y qué quieren decir con eso?
- La verdad es que no lo entendí muy bien. Pero el pelo era un tío muy alto, bastante guapo, vamos que estaba bueno.
- No digas eso de los hombres, tío.
- Tío que estoy comentando, no me lo voy a tirar. Además, igual que sabemos que una tía está buena, también lo sabemos de un tío. Otra cosa es que no lo queramos decir.
- Vale, no me des lecciones morales y sigue…había un tío que estaba muy bueno.
- Y había otro que no estaba bueno pero el tío parecía ingenioso, era como que tenía más cabeza que el otro, menos superficial, pero el tío era un completo gilipollas porque tenía un reloj en forma de tarta.
- ¿Y eso que tiene que ver con la historia?
- Tío, intento explicártelo. Es como que están los tíos atractivos físicamente, que van a la moda, pero que luego no son muy graciosos. Esos son pelo. Y luego están lo cabeza, que no es que sean unos cerebritos pero tienen un toque más gracioso.
- Mira tío, no entiendo nada.
- Yo tampoco, pero me preguntaba si yo era pelo o cabeza.
- Y ¿a qué conclusión has llegado?
- No lo sé, pero resulta que tengo cabeza y tengo pelo, así que supongo que seré ambos y ahora mismo tengo un conflicto de personalidad que no puedo con él.
- Tú lo que tienes es un pedo que no te puedes ni cantear. ¿Te hace otro porro?
- Vale. ¿De qué estábamos hablando?
- Creo que decías que te estabas quedando calvo
- Es verdad tío, sólo me queda cabeza
- Me gustas más así, te encuentro…como dirías tú…más sexy
- ¿Sí?, yo también creo que eres pelo



Cuando apuran las últimas gotas de cerveza vuelvo en mí y me pregunto el por qué de una historia tan rocambolesca. No sé, supongo que lo que uno escribe no siempre tiene por qué tener un sentido, de otra forma no sería divertido. Concebí el blog como una especie de catarsis a través de la que me dejo llevar y, que queréis que os diga, la vida no siempre está llena de grandes historias, sino de pequeñas escenas que te arrancan una sonrisa. Por cierto, la serie 30ROCK es muy buena, al menos me motiva a escribir aunque no sé si es el mejor "leiv motiv". Gracias a Miguel y a Guillermo por haberme conducido hasta ella.



6 comentarios:

La Petra de Cuenca dijo...

Lo divertido de leerte es que nunca sabes que te vas a encontrar y por eso siempre me encanta hacerlo.Nunca dejas de sorprenderme.

Por cierto segun lo que has contado de la serie tu serias de ambos grupos.

Muchos besos.

Cristina dijo...

Pues no se si tendrá sentido, pero me has arrancado una buena carcajada envuelta, eso sí, entre una mueca de asombro surrealista.

Me ha parecido un poco deja vu, quizá porque es una de esas historias que a mi también me gusta inventar sobre la vida de las personas desconocidas con las que me voy cruzando.

En todo caso, si ese es el debate, yo prefiero cabeza, pero para no ser hipócrita diré que si puedo pedir, pido mucho pelo en una cabeza muy bien amueblada (y, entre tú y yo, creo que ya lo he encontrado)

De sobra queda decir que tú luces muy buen pelo y muy buena cabeza, pero no está mal que te lo recuerden de vez en cuando...

Un besete.

alicia dijo...

Me encanta...la verdad q con el poco tiempo que tengo ultimamente y haciendo caso a tu queja de no escribir decirte que como me esperaba tu historia es increible...estoy convencida de que como dicen las demas...tu perteneces a los dos grupos...porque tienen "una gran cabeza" muy muy amueblada y por supuesto eres "pelo" porque eres fantastico, encantador y guapeton...pero como dice cristina de vez en cuando hay que recordartelo porque se te olvida...y que sepas que es una historia para pensar...porque realmente no sabes en que grupo incluir a la gente que conoces...yo creo que siempre es necesario tener un poco de cada. Besos

Anónimo dijo...

Que chuloooo!!!
He tenido un ratito,entre mi estres laboral y lo he leido.
Intentaré leer poco a poco todo lo que has escrito. Sabes que eres muy bueno?

Y sí, tu eres un privilegiado que tiene de las dos cosas.

Muasmil

Anónimo dijo...

Jajajaja, muy bueno, me ha gustado mucho la historia, ¿pelo o cabeza? últimamente creo que no tengo ninguna de las dos cosas, hablamos.

Raúl Navarro dijo...

Gracias de nuevo a todas y todos por vuestros comentarios. Bienvenidos a aquellos que partís de la edición de facebook, donde esta historia llevo pareja cierta polémica sobre lo reduccionista de la clasificación.

Besos