2 de febrero de 2014

Algo viejo y algo nuevo



La teoría sobre la congruencia de rol de género establece que nuestra vinculación con los roles valorados socialmente puede provocar reacciones positivas mientras que el alejamiento de estos roles provocaría reacciones negativas en los otros y también sentimientos negativos en uno mismo. Por ejemplo, hace años una mujer que buscara poder político o que pretendiese ser la presidenta de una empresa podría ser vista de forma negativa debido a que violaba los roles tradicionales. Igualmente, un hombre que se ocupara de los hijos y del hogar mientras su mujer trabaja fuera, podría suscitar alguna que otra reacción poco neutral. A pesar de ello, los cambios sociales acontecidos durante las últimas décadas ofrecen un nuevo panorama para el análisis de esta teoría ya que es posible que hombres y mujeres adopten creencias y conductas congruentes con los nuevos valores sociales y, ahora sí, obtenga reacciones positivas. 

Con esta idea Diekman, Johnston y Loescher (2013) realizaron una investigación con universitarios norteamericanos para comprobar en qué medida la exposición a los cambios sociales influye sobre el interés y la expectativa de éxito en diferentes carreras. Dividieron a los participantes en dos grupos: uno de los grupos leía noticias que reflejaban los cambios significativos que hombres y mujeres había experimentado en el campo laboral y profesional (condición de cambio social), mientras que el segundo grupo leía noticias donde se hablaba de la estabilidad de hombres y mujeres en roles y profesionales tradicionales (condición de estabilidad social). Después los participantes debían indicar su interés y sus expectativas de éxito que esperarían en distintas profesiones congruentes e incongruentes con su rol de género.

Los resultados eran previsibles. Los participantes indicaron mayores expectativas de éxito en aquellas profesiones que eran congruentes con los roles presentados durante la lectura. Los participantes en la condición de cambio social, en comparación con los que estaban en la condición de estabilidad social, indicaron mayores expectativas de éxito en las profesiones no asociadas a roles tradicionales pero también mantuvieron buenas expectativas en las carreras asociadas con roles tradicionales. Es decir, los cambios sociales no modifican nuestras actitudes y conductas de forma rápida y radical porque seguimos manteniendo algo de lo antiguo, pero si que introduce una nueva visión de la realidad que mejora nuestra predisposición al cambio (en este caso de roles). De hecho, si lo pensamos, manteniendo la posibilidad de adoptar roles tradicionales pero también vinculándonos a nuevos roles estamos mejor preparados para adaptarnos a lo que el futuro nos depare. Como en las bodas, es mejor llevar algo viejo y algo nuevo con nosotros. En definitiva, que más allá de nuestras creencias las personas podemos adaptarnos a casi todo, sobre todo si esa adaptación viene acompañada de resultados positivos.

Artículo: Diekman, A. B., Johnston, A. M., & Loescher, A. L. (2013). Something Old, Something New: Evidence of Self-Accommodation to Gendered Social Change. Sex Roles, 68: 550-561. 

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