2 de marzo de 2014

La habitación al fondo de la casa


La novela de Jorge Galán nos introduce en un conjunto de relatos sobre la vida de Magdalena, su protagonista, a través de algunos de los infortunios por los que atravesó toda una estirpe de Salvadoreños: su propia familia. La historia de Magdalena nos presenta una relato clásico, magníficamente escrito, siguiendo la estela de la tradición oral recogiendo las historias de personas que rodearon a su protagonista y narradas por su nieto. Y a través de estas historias vamos conociendo a brujas, alcahuetas, niños que saben volar, y hombres que buscan señales que les permitan confirmar que existe vida después de la muerte. Una galería de personajes inolvidable para un lector que sentirá angustia cuando vea que el libro va llegando a su fin y ya no podrá conocer más cosas del universo de Magdalena. Sería difícil describir la novela de Jorge Galán sin utilizar adjetivos como maravillosa, genial, sorprendente, inolvidable. Me atrevería a decir que es la novela más bonita que he leído en mucho tiempo y, probablemente una de las que más rápido he terminado. Si yo fuera vosotros, correría ahora a comprarla, aunque yo ya la tengo entre mis estanterías. Espero que Jorge Galán no tarde mucho en regalarnos otra de sus historias. 

2 comentarios:

Juan dijo...

Hola, Raúl: gracias por la recomendación, pues no tengo el gusto, y parece interesante.
Ya me terminé el de Amélie y me dejó bastante frío: arranque brillante, diálogos tan chispeantes como el champán que tanto protagonismo tiene en la novela, pero igual de vacuos al final por dentro que una burbuja. Me desenganché del libro enseguida, pero aun así lo terminé. Como tú dices, la historia no hace que conectes... Lo que me hece pensar si esta escritora no estaría mejor escribiendo diálogos tipo Platón y los que se escribían en el Renacimiento, como los de los Hermanos Valdés. Quizás así podría regalarnos lo mejor de su escritura sin engañarnos haciéndonos creer qeu es una narradora. Creo qeu en realidad tiene más madera de ensayista.

Raúl Navarro dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. De hecho en sus diálogos introduce elementos que bien le podrían llevar a desarrollar un ensayo como cuando hace referencia a la pereza que le producen teorías como la banalidad del mal. Al menos sus libros son cortos pero empiezo a pensar que no puede ser más largo porque no podría mantener la historia. Un abrazo.