27 de noviembre de 2013

Princesas del Barrio Disney


Mientras espero y desespero ante la página web de Sex Roles (una de las mejores revistas científicas sobre investigación de género en psicología), su respuesta sobre un artículo que envié allá por el 17 de Julio del presente año, he visto que uno de los artículos más leídos es la investigación de England, Descartes y Collier-Meek (investigadoras estadounidenses) sobre los roles de género trasmitidos por las princesas Disney, desde Blancanieves (1937) hasta Tiana y el Sapo (2009). Podríamos cuestionarnos la relevancia de analizar qué imagen(es) se transmiten a través de las princesas Disney. Sin embargo, si tenemos en cuenta que existen más de 25.000 productos relacionados con ellas y que sus ventas supusieron en 2008 (según datos en el mismo artículo) unos ingresos de 4$ billones para la industria fundada por Walt Disney, su análisis parece algo más que relevante, suponiendo además que algún tipo de influencia tendrán sobre el imaginario femenino de niños y niñas. Y es que Disney con su planificada estrategia comercial va rescatando sistemáticamente sus clásicas princesas que aparecen y desaparecen del mercado cada cierto tiempo amplificando así su influencia sobre generaciones pasadas y presentes. 
Y bien, ¿qué nos dice el estudio? Muchas de las conclusiones ya podéis imaginarlas pero es necesario que alguien lo estudie sistemáticamente para que podamos afirmar nuestras impresiones. Bien, a lo que vamos. Entre sus resultados encuentran que las películas producidas en los años 30 y 50 (Blancanieves, Cenicienta, La bella durmiente) eran más tradicionales que su propuestas algo más recientes (Bella y Bestia, La Sirenita, Mulan, Pocahontas, Aladdin o Tiana y el Sapo). Estas últimas princesas presentan más características consideradas tradicionalmente como masculinas, siendo más fuertes, asertivas, independientes y valientes. Es decir, Disney ha avanzado algo en la descripción de sus princesas aunque estas características siempre son ensombrecidas por el final de la película en la que siempre se representa una resolución tradicional cuando la princesa gana el amor del príncipe.

Niños y niñas terminan viendo que lo habitual es que príncipe y princesa se enamoren. A veces lo hacen rápidamente (Blancanieves, La Bella durmiente), otras contra multitud de dificultades (Bella y Bestia, Mulan, Tiana y el Sapo). Y de ambas formas (rápidamente y contra todas las dificultades) como en la Cenicienta, La Sirenita, Aladin y Pocahontas). Para muestra un botón. En Aladdin el romance se produce en tan sólo 2 días, y en Pocahontas solo transcurre un día (aún cuando los personajes no hablaban el mismo idioma). Bella se enamora de un ser que la victimizaba. Sólo en Mulan y en Tiana y el Sapo el romance se produce después de que interactuen más tiempo. Parece que en eso Disney ha cambiado algo. Sin embargo, todas las parejas son heterosexuales y ninguna queda soltera. Bueno, Pocahontas sí, pero porque él se marcha y ella decide quedarse con la familia a la que debe cuidar en lugar de lanzarse a la aventura con su amor. 
Conclusión: aunque algo ha cambiado la relación de Disney con el género, todavía sigue existiendo una idealización de la figura femenina en un sentido tradicional. Ahora bien, a pesar del cambio sólo tenemos que pasarnos por una tienda Disney para ver que el merchandising la mayoría de las veces se olvida de sus princesas más trasgresoras como Mulan o Pocahontas, siendo mucho más accesibles las figuras, objetos y vestidos de aquellas otras más tradicionales como Blancanieves, Cenicienta o La bella durmiente. 

Y ahora llega Angelina Jolie como Maléfica, que no es princesa pero nos dará ese otro contrapunto de la mujer como sibilina, sútil y mala, muy mala, lo cual también es otro estereotipo. 




Artículo referenciado: England, D.E., Descartes, L., & Collier-Meek, M.A. (2011). Gender role portrayal and the disney princesse. Sex Roles, 64, 555-567. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy acertado el estudio de las investigadoras estadounidenses.Totalmente de acuerdo con lo que trasmiten.
MUCHA SUERTE en la espera y ojalá pronto nos puedas hacer una radiografía de tu investigación.

Raúl Navarro dijo...

Gracias por tu comentario. El género está ahí, todo depende de lo que hacemos con él. Gracias también por la suerte la necesitaré.