20 de noviembre de 2013

!Extra¡ ¡Extra! ...regresan las radiografías frente a la ventana


¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Supongo que no. Eráis pocos y es normal que ya no quede nadie. Han pasado casi tres años desde mi despedida y vuelvo a abrir esta ventana sin previo aviso. ¿Para qué vuelvo? La verdad es que hasta yo mismo me lo pregunto. Quizás porque algunos de mis escasos lectores me lo pidieron durante estos años, quizás porque necesito el blog como interconector con los otros, quizás porque tengo tanto escrito en mis cuadernos que no sé dónde almacenarlo, quizás... La verdad es que ninguna de esas razones me lleva a escribir de nuevo. La causa, si es que la hay, tiene una vertiente más egoísta: la terapéutica. Escribir me viene bien para elaborar mis pensamientos y dar orden y sentido a mis preocupaciones. Escribir me calma. Escribir me proporciona respuestas. Y para eso estoy aquí...para mostrar, para denunciar, para interpelar, para cuestionar(me). En definitiva, ganas de escribir, ganas de hablar, como el manicura Cigala de Eduardo Mendicutti. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué alegría me acabas de dar....Nunca lo quite de mis favoritos con la esperanza de que volvieras algún día.Hoy cuando lo he visto me ha hecho mucha ilusión . Espero que te sirva para todo aquello que has enumerado. Pero seguro que también servirá para arrancarnos en más de una ocasión sonrisas y lágrimas.

Verónica.

Anónimo dijo...

Te servira co terapia a ti y a muchos de esos lectores que durante años te hemos leido. Sabes que siempre te he dicho que eres un buen transmisor de emociones, que cuando escribes nos permites viajar contigo, conocer mejor a esa persona con la que he compartido casi 18años de fiel amistad, la que ha vivido mis mejores y peores momentos pero que siempre ha creido en mi. Me alegra mucho tu vuelta. Besos

Ali

Anónimo dijo...

Ya sabes que me alegra tu vuelta, escribir (y publicar) es compartir, seguiré atento tus nuevos post, siempre edificantes. Sé de uno que también amenaza con volver...

Y sin otro particular, me despido hasta la próxima.