25 de mayo de 2010

Ruskin Park

No sé si alguna vez he comentado aquí que desde muy pequeño siempre quise ser cartero. Si alguna vocación he tenido ha sido esa. Supongo que siempre he visto el lado romántico de la profesión, la entrega de cartas con algún mensaje emotivo. Recibir un paquete con algún regalo inesperado, etc. Pero la tecnología ha arruinado esta visión de la profesión y los carteros ya sólo entregan, en la mayoría de las ocasiones, facturas, cartas del banco y publicidad.

Ayer, que hizo un día magnífico en Londres, me acerqué a la oficina postal más cercana a mi casa. El edificio, por fuera, ya tenía mala pinta pero por dentro era mucho peor. Había una enorme cola y, aunque no esté bien decirlo, aquello parecía la parada de los monstruos. No sé si el Royal Mail londinense ha sido privatizado o ya no existe inversión pública para unas oficinas que, realmente, a juzgar por lo que he visto hoy deben mover dinero pues ya no sólo se pueden enviar cartas sino que también se puede cambiar dinero, enviarlo y hasta subir el saldo de tu teléfono móvil. Por lo menos que quiten la moqueta que tenía más mierda que el rabo de una escoba. He comprado las stamps para lo que tenía que enviar y he salido con una sensación de picor en todo el cuerpo. 
Menos mal que en Londres está lleno de parajes que te alegran la vista y muy cerca de la oficina postal que se encuentra el parque que llega hasta mi propia casa y que hasta el día de ayer no había visitado. Ya voy viendo que el verano aquí no tiene nada que envidiar al de España, con la excepción de que aquí no hay playa. Llegué, me tumbé en el césped y disfrute de una buena lectura ¿Qué más se puede pedir? Sí, ya lo sé. Una cerveza fresquita....o dos. (Por favor, no bebáis solos, mejor en compañía, puede que no encontréis la salida).  

5 comentarios:

Jesús. dijo...

La bebida siempre en compañía, aunque un Resolí "on the rocks" tumbado en el sofá de casa con un cigarrito... Un abrazo, nos vemos.

La Petra de Cuenca dijo...

Siempre lo has dicho y nunca es tarde para cumplir tu vocación.Es cierto que como ya es algo tan inusual cuando recibes una carta o un paquete hace mucha ilusión pues para nada lo esperas.

Pásalo bien y disfruta del verano de Londres.

Muchos besos.

Raúl Navarro dijo...

Jesús, que no me entere yo que bebes solo.
Vero, ya soy un poquito mayor para patearme las calles. En todo caso que me metan en oficina.

Besos.

Roberto dijo...

Una pena que a mí no me guste la cerveza :P

Raúl Navarro dijo...

Roberto, yo contigo bebo lo que haga falta en el parque, en la calle, en casa, en un bar, en la playa....