14 de diciembre de 2013

El psicópata


La acción se sitúa en el lugar que vosotros queráis, pero en ese lugar de vuestra imaginación se encuentran dos amigas charlando.

Amiga A: ¿cómo puedes decir eso de él? ... no ha matado a nadie.
Amiga B: no me atrevo a dar un diagnóstico tajante pero no es necesario haber matado a nadie para serlo o para tener rasgos.
Amiga A: no sé chica, me resulta difícil creerte. Es una persona encantadora, a todo el mundo cae bien, es muy sociable y nada raro, no como aquel otro novio que tuvo hace años que al final resultó ser gay.
Amiga B: precisamente, siempre tienen muy buena imagen social porque son muy hábiles. El problema aquí es que, para ti, si no ha matado a 20 tías y se ha hecho un abrigo con la piel no puede serlo.
Amiga A: hombre esa es la idea que tiene todo el mundo porque nos lo ha enseñado la tele y el cine.
Amiga B: pero ese es el extremo de este tipo de personalidad porque también podría serlo quien malmete en sus relaciones y disfruta viendo como sus amigos o conocidos empiezan a llevarse mal.
Amiga A: no sé tía, tu eres la que sabes. Pero es que él está tan bueno y es tan atento. Ella lo vio primero pero si lo hubiera visto yo me tiro al cuello.
Amiga B:  pero es que él no hubiera ido a por ti.
Amiga A: joder tía, como te pasas. Yo estoy muy buena.
Amiga B: no es eso. Tu tienes más carácter, no eres dócil y es más complicado manipularte.
Amiga A: ahí tengo que darte la razón. Ella es maja pero es pavísima.
Amiga B: digamos que no tiene muchas estrategias de afrontamiento y siempre se ha enganchado rápidamente de cualquier tío.
Amiga A: pues lo mismo que yo he dicho. Pero no sé si entiendo lo de él.
Amiga B: veamos ... te lo explico otra vez ... es gente que tiene buenas habilidades cognitivas para captar las necesidades de los otros pero utilizan esta información para manipularlas y sacar algún tipo de beneficio. Son buenos socialmente y su comportamiento se adapta al contexto en el que estén por eso pasan inadvertidos. Sin embargo, son personas con escasos sentimientos de culpa y empatía hacia el sufrimiento ajeno, experimentan orgullo e indiferencia hacia los demás, y se mueven por beneficios personales y de reputación social. Cosifican al otro, le quitan sus atributos como persona y entonces hacen con él lo que quieren.
Amiga A: ay qué lío chica ... ¿hay muchos?
Amiga B: asesinos en serie no tantos, de los otros sí.
Amiga A: y entonces, ¿qué quería de ella?
Amiga B: yo creo que coleccionarla.
Amiga A: no sé si te entiendo, pero es muy fuerte.
Amiga B: ya te lo decía yo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena vision de una realidad q sin darnos cuenta tenemos muchas veces a nuestro lado y que como muy bien narras pasan desapercibidos para el resto de la sociedad. No hace falta matar,ni herir...hay mucha gente q lo hace sutilmente y al final parecen victimas en lugar de verdugos. Besos

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo con la historia que narras.Esas dos chicas podríamos ser cualquiera....Una cosa es lo que intentamos vender cara a los demás y otra muy diferente lo que podemos llegar a ser.Gente así hay más de la que creemos.

Anónimo dijo...

Que sorpresa descubrir que has vuelto... y que alegría ver que no has perdido tu talento... que bien escribes "jodío"!!