8 de diciembre de 2013

Relatos de autor: En la hierba alta


En los últimos meses están apareciendo diferentes relatos en torno a lo sobrenatural escritos por Stephen King junto a otros autores vinculados al género como Stewart O’Nan (Un rostro en la multitud, 2013) o el hijo de King, Joe Hill (En la hierba alta, 2013). Dichos relatos, aparecidos primero en algunas revistas como Esquire, están siendo publicados en formato digital por el sello RHM Flash de Random Mondadori, en lo que entiendo es una estrategia comercial para generar dinero con documentos que en otros formatos, dada su brevedad, no podrían ser publicados a no ser que se hiciera dentro de un libro de relatos.  Estos relatos tienen un bajo coste para el lector (1,89€) aunque alto si consideramos su extensión. Esta forma de publicación parece aprovechar la tendencia creada por Amazon con la publicación de textos de autores desconocidos, en muchas ocasiones con baja calidad literaria le duela a quien le duela (y os lo dice un lector que ha comprado varios de estos y ya no lo volverá a hacer), a precios muy bajos que van subiendo a medida que el número de ventas también se eleva. Sin embargo, RHM Flash publica relatos de autores que saben tienen tirón comercial y que los freaks como yo nos lanzaremos a comprar aunque después pensemos que ni siquiera valían esa cantidad de dinero. Pero quién es fan de Stephen King lo es incluso de las pésimas adaptaciones cinematográficas que tienen algunas de sus novelas. Por cierto que la adaptación de la fantástica Carrie, que contó con el buen hacer de Brian de Palma, vuelve a tener estos días un remake que, como no, habrá que ir a ver aunque sólo sea por disfrutar de Julianne Moore en el papel de la madre ultra católica de esa preciosa criatura que es Carrie.

Pues a lo que iba. No me he podido resistir a esos dos relatos que os comentaba al principio. Sobre el primero no comentaré mucho. Flojo, muy flojo, tanto que ya casi no recuerdo nada. Sin embargo, me costará olvidarme de En la hierba alta. Razones: tener unas imágenes muy potentes, algo cruentas que difícilmente podrán borrarse de mi mente y, también, porque me produce cierto morbo literario que padre e hijo se hayan sentado juntos para escribir una historia, aunque el relato es más propio del padre que del hijo. Un hijo que está ganándose un puesto propio en el ámbito literario (tuvo que escribir bajo pseudónimo para alejar la presión de ese padre que siempre será omnipotente) por derecho propio con dos de sus novelas (El traje del muerto, 2007 y Cuernos, 2010), ambas publicadas en España por Summa Editorial. La última novela es sin duda la mejor, para mí claro, y contará con una adaptación cinematográfica en el que Daniel Radcliffe (nuestro querido Harry Potter) será su protagonista, si es que la película ve la luz (porque se rodó hace tiempo).

Ahora bien, ¿de qué nos habla En la hierba alta? Poco puedo contar si destripar el relato. Sólo adelantaros la premisa por si queréis leerlo. La historia nos presenta a dos hermanos que, viajando por la carretera, escuchan los gritos de un niño pidiendo auxilio. Los gritos provienen de un pequeño prado junto a una iglesia donde la hierba es muy alta y el niño parece haberse perdido y no poder salir. La pesadilla comienzan cuando los dos hermanos se adentran en la hierba que parece tomar provecho de otra de nuestras cualidades como humanos: la conducta de ayuda. Como siempre, son muchas más las preguntas que plantea al lector que las respuestas que éste encuentra. Pero no importa, tenemos la imaginación (aunque yo les pediría una precuela del relato). No obstante, en el relato hay aspectos en los que el lector puede recrearse como la relación de los dos hermanos, algo dependiente (aunque bien podrían ser amigos) o aquellos otros personajes que ya estaban en la hierba. Y sobre todo ello planea la posibilidad de que esa hierba sea una metáfora de lo perdidos que a veces estamos y lo difícil que nos resulta encontrar el camino incluso cuando por encima de la hierba estamos viendo hacia dónde deberíamos dirigirnos. Y es que la literatura de terror también es literatura en mayúsculas y nos permite hacernos grandes preguntas. Todo depende de ti, lector. Ahora, por qué no, a leer.  

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