19 de diciembre de 2013

Navidad


Siente el frío de la pistola cuando introduce su mano en el bolsillo de la chaqueta. Está algo depresivo ante la proximidad de la Navidad. No entiende por qué con la que está cayendo todo el mundo sigue con su intención de trasmitir alegría y buen rollo. Le cuesta digerir la obligación social de ser feliz durante estas fechas y quiere eliminar el virus del espíritu navideño. Cree que para provocar algún tipo de impacto lo mejor es eliminar uno de los iconos navideños. Saca la pistola cuando el niño que estaba en su regazo se aleja, la acerca a su sien y dispara. El rojo de su sangre colorea la pálida cara del próximo niño que iba a entregarle su carta. 


5 comentarios:

Raúl Navarro dijo...

Perdonad la crudeza si es que la tiene.

Unknown dijo...

Pues a mi me gusta e incluso creo que con este relato transmites lo que muchas personas podemos sentir con la Navidad. Y no nos atrevemos a manifestar por no estar bien visto socialmente. Me encantan los finales de tus historias porque no dejan indiferentes.....

Raúl Navarro dijo...

Verónica, espero que no te dé por ir pegando tiros. En cualquier caso, soy de los que piensan que,incluso en malas épocas, debemos tratar de ser optimistas (sin llegar a ser ilusos), aunque cada vez nos lo ponen más complicado.

Unknown dijo...

No te preocupes estoy loca pero no para tanto. Simplemente me gusta el relato por la visión diferente que muestras de la Navidad.

El fumador dijo...

jejeje, me ha gustado...