11 de enero de 2014

Púa


Sobre su rostro caía el único rayo de luz que se colaba a través de la puerta del maletero. A juzgar por el traqueteo de su cuerpo el coche parecía avanzar por un camino de tierra. De pronto su cuerpo quedó inmóvil, el coche se había parado. Percibió los pasos del conductor dirigiéndose a la parte trasera del coche. La puerta se abrió y lo que parecía la luz del atardecer invadió aquel maletero que olía a óxido. El conductor cogió una pala con la que se había golpeado una o dos veces, cuando el coche atravesó unos baches. Oía los golpes de la pala contra el suelo y después notó como su cuerpo se elevaba en los brazos de aquel a quien le fue fiel toda su vida. Notó el frío de la tierra en la que fue depositado con delicadeza y pudo ver cómo las lágrimas recorrían la cara de su dueño. Su cuerpo quiso moverse cuando escuchó aquel "hasta siempre Púa", pero ya no podía. Los perros no tienen conciencia de lo que es la muerte.  

4 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantan tus relatos.... Lo primero por lo que transmites en cada uno de ellos y lo segundo porque siempre consigues despertar emociones.

Anónimo dijo...

Solo tres palabras: ERES UN GENIO.Besos

Anónimo dijo...

Esa sensacion de perder al ser q has querido durante un tiempo o durante toda una vida es dificil de olvidar y sobre todo cuando esa perdida sabes que ya sera para siempre.
Un hombre muy sabio, que era una de las personas mas importantes en mi vida y lo seguira siendo,me decia siempre cuando moria una de las miles de mascotas q teniamos mis hermanos y yo o me sentia triste x perder algo q yo pensaba importante, q siempre fuera donde fuera,estuviese donde estuviese esa sensacion de que iban a estar conmigo no se iria...y q sobre todo m quedase siempre con las cosas buenas q habiamos vivido juntos...y es cierto...xq todos los dias miro al cielo y recibo la energia q necesito pa seguir hacia adelante y no rendirme.
Me encantan tus historias,me encanta tu forma de transmitir pero lo que mas me encanta es como eres tu...UN SER AUTENTICO.
BESICOS MI RA

Raúl Navarro dijo...

Gracias por vuestros comentarios, siempre son alentadores para seguir este rinconcito a modo de diario personal de cosas que pasan por mi cabeza. Ya sabéis que no tengo ninguna pretensión literaria y que de vez en cuando os voy poniendo relatos que, aunque mal escritos me permite liberar ciertas preocupaciones y miedos. Debo reconocer que el final de este relato no iba a ser el que es pero cuando lo pasaba de mi cuaderno al blog vino a mi cabeza este otro final, menos macabro que el original aunque con los dos pretendía hablar de lo mismo: de fantasmas.